Una concentración falangista reaviva la demanda de la retirada del monumento del río
La Comisión para la retirada de los símbolos franquistas reclama «valentía» al Ayuntamiento y la Generalitat
La concentración falangista que reunió este domingo al mediodía a una veintena de personas delante del monumento franquista en medio del Ebro, en Tortosa, ha reavivado las demandas para hacer efectiva su retirada inmediata. Los concentrados, que cantaron el 'Cara al Sol' con los brazos en el aire al final del acto, reclamaron que se mantenga y se ilumine el monolito inaugurado el año 1966 por el dictador Francisco Franco que honra a los combatientes del bando franquista muertos durante la batalla del Ebro. Aunque no es la primera vez que se celebran en Tortosa este tipo de actos, con una asistencia muy reducida, la imagen de los franquistas reivindicando los símbolos de la dictadura ha vuelto a poner en entredicho la continuidad del monumento. «Es una imagen que Tortosa no puede dar delante del país nuevo que se quiere crear ni ante ninguna institución democrática», ha subrayado Olga Duran, portavoz de la Comisión para la retirada de los símbolos franquistas, pidiendo «valentía» en los gobiernos municipal y de la Generalitat para que lo saquen del río de forma inminente.
«Son grupos muy reducidos pero hacen mucha temor. Representan una época que nadie quiere volver a ver», ha apuntado a Duran. El anuncio de que la Generalitat prepara una nueva ley de la memoria histórica que permitiría actuar y hacer retirar de forma efectiva símbolos fascistas, como el monumento de Tortosa, habría llevado los falangistas, vestidos con camisas azules y con banderas de Falange o españolas, a manifestarse para defender su vigencia. «Hace falta que la ley sea lo bastante clara para retirarlo de forma inmediata. Una cosa así no admite ninguna modificación ni tunejament. Ya vemos quién viene a celebrar este monumento: una ideología que ninguna sociedad democrática puede permitir que se reproduzca nunca más», ha argumentado.
Desde la Comisión reiteran que la idea de convocar una consulta ciudadana sobre el futuro del monumento fascista fue un «gran error». Con una muy baja participación, acabó ganando la opción de mantenerlo a partir de una «reinterpretación». Una idea que rechazan de lleno. «No se puede consultar el fascismo ni el franquismo. Por limpieza democrática se tenía que retirar sin hacer ninguna consulta», sostiene Duran, recordando que, más allá de homenajear a todos los muertos, representa la negación de la restitución y el reconocimiento de las víctimas del franquismo. «Pedimos a la nueva alcaldesa que sea valiente, que sabemos que lo es, y también a la Generalitat para que Tortosa esté limpia de las imágenes que mujer ahora», ha cerrado.