Judicial
El asesino confeso de su mujer en la Pobla dijo a los mossos que «le había cortado el cuello» después de una discusión
Los agentes que lo recibieron en comisaría lo vieron «muy tranquilo» y no percibieron que fuera bebido o drogado
El asesino confeso de su mujer en la Pobla de Mafumet acudió al día siguiente del crimen a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Campclar, en Tarragona, y manifestó a los agentes «que venía a entregarse» porque había matado a su mujer durante la noche. Dos agentes que se encontraban detrás de la ventanilla salieron al vestíbulo, lo registraron y lo esposaron por seguridad. Una vez en el interior de las instalaciones, el hombre los detalló que había discutido con su mujer y «que le había cortado el cuello», por lo cual quedó detenido. Los mossos que han declarado este martes en la Audiencia de Tarragona han relatado que lo vieron «muy tranquilo», que hablaba «sin titubeos» y que no percibieron que se encontrara bajo los efectos del alcohol o las drogas. La patrulla que se desplazó al domicilio de la pareja encontró el cuerpo sin vida de la mujer extendido en el suelo, sobre un charco de sangre, en el interior de un pequeño lavabo.
Francisco Javier Mora se presentó en la comisaría alrededor de las once de la mañana del 18 de diciembre del 2016 y, dirigiéndose al agente que había en la ventanilla, lanzó que «venía a entregarse porque aquella noche había matado a su mujer». El agente encargado de la recepción ha admitido que dio «total credibilidad» a sus palabras, que se lo veía «tranquilo» y «coherente» y que no parecía que se encontrara bajo los efectos de sustancias estupefacientes ni de alcohol.
Al oír la confesión, el cabo y el agente que también estaban dentro de la ventanilla salieron inmediatamente al vestíbulo. «Le pedimos que se pusiera las manos en la cabeza, comprobamos que no llevara ningún tipo de objeto peligroso y lo esposamos», ha relatado el cabo. Una vez en el interior de las dependencias policiales, el hombre detalló «que había tenido una discusión con la pareja, que le había cortado el cuello y que lo había matado», por lo cual lo trasladaron detenido a los calabozos. Los agentes han dicho que tan sólo observaron unas manchas de sangre en uno de los zapatos del hombre.
Según los agentes que lo atendieron, el procesado no estaba nervioso. «Se lo veía sereno y tranquilo. Hablaba como una persona normal, sin dudar», ha afirmado uno de ellos. Además, tampoco observaron que tuviera dificultades de movimientos, que desprendiera olor de alcohol, ni que presentara síntomas de haber consumido drogas. «Estaba muy tranquilo, con toda naturalidad y no estaba nada agresivo», ha asegurado el agente.
El hombre también informó de que la mujer se encontraba en el interior del lavabo y facilitó en los agentes la dirección del domicilio, que está ubicado en la calle de Reus de la Pobla de Mafumet. La patrulla que se desplazó no obtuvo respuesta al llamar a la puerta y tuvo que acceder por la terraza de un vecino. Una vez dentro, los agentes localizaron el cuerpo sin vida de Carmen Ginés, de 44 años, en el interior del piso.
El cadáver lo encontraron en posición fetal en el lavabo que había dentro de la habitación de matrimonio. «Comprobamos que tenía un gran corte en el cuello, un gran charco de sangre ya reseco y que no respondía a ninguna señal», ha señalado uno de los agentes que accedió a la vivienda. Según los mossos, no observaron signos que hicieran pensar que allí se había producido una pelea y concluyeron que la agresión se había producido únicamente en el lavabo, que era «de pequeñas dimensiones».
Los mossos también inspeccionaron el vehículo en que el acusado se trasladó a la comisaría. Después de analizar las zonas de contacto, como el cambio de marchas, los pedales o el freno de mano, encontraron hasta ocho indicios de presencia de sangre.
Este miércoles está previsto que se lleven a cabo las periciales forenses y psicológicas en la Audiencia de Tarragona, mientras que el procesado no declarará hasta el jueves delante al jurado popular.