Medio Ambiente
El Ayuntamiento del Morell impulsa el cuarto estudio de la calidad del aire
El consistorio se queja de que tendría que ser la Generalitat quien sacara adelante este tipo de proyectos
El Ayuntamiento del Morell ha aprobado por unanimidad este lunes el establecimiento de un convenio de colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) para el desarrollo y financiación de un nuevo estudio de la calidad del aire en el municipio. El proyecto lo financiará íntegramente el consistorio morellenc, con un coste de 14.000 euros. Este acuerdo, que se firmará muy pronto, da continuidad a los tres estudios realizados anteriormente, y que ya fueron presentados en junio de 2014, noviembre de 2015 y febrero de 2017. Así, el consistorio amplía su compromiso con el control y el análisis del aire que respiran sus habitantes, vecinos del polígono norte del complejo petroquímico. De hecho, el Morell es el único municipio que, por ahora, sigue sacando adelante nuevos estudios sobre la calidad del aire, después de que el primero se llevara a cabo junto con otras poblaciones del entorno.
En este sentido, y como consistorio miembro de la Mesa de la Calidad del Aire en el Camp de Tarragona, el segundo teniente de alcalde del Morell, Eloi Calbet, ha reclamado que «quien tendría que sacar adelante análisis de este tipo es la Generalitat, que es quien tiene las competencias.» Asimismo, ha puesto de manifiesto que «los resultados serían más completos si el alcance del estudio fuera más amplio», y ha lamentado que otros municipios no se sumen.
El estudio se llevará a cabo en los próximos meses y permitirá obtener nuevas medidas y valores que, comparadas con los anteriores, permitirán mostrar la evolución de la calidad del aire en el tiempo. En concreto, el proyecto controlará la presencia de 1,3 butadieno de manera periódica, así como la presencia de compuestos orgánicos volátiles en tramos de 24 horas, durante 21 días.
Finalmente, se analizará el origen de los episodios de contaminación según el registro elaborado, mediante control social. Justamente, el hecho de haber sacado adelante diferentes estudios desde el 2014 hace que «empresas y administraciones se hayan puesto las pilas», ha reivindicado Calbet, y controlen más esmeradamente qué residuos van a parar al aire. El Ayuntamiento subraya que los resultados han ido mejorando en cada uno de los estudios.