Se enfrenta a 37 años de prisión por prostituir y agredir sexualmente su pareja en Torredembarra
El procesado golpeaba, drogaba y amenazaba la mujer para que no ofreciera resistencia
La fiscalía solicita 37 años de prisión para un hombre que está acusado obligar a su pareja a ejercer la prostitución y de agredirla sexualmente en tres ocasiones. Los dos mantuvieron una relación entre los meses de marzo y agosto del 2015, y convivían en un piso de Torredembarra. Según el fiscal, mientras eran pareja Rafik E.K. obligó a la mujer a ejercer la prostitución en su domicilio y, además de intimidarla y agredirla, lo obligaba a beber cerveza donde había introducido sustancias estupefacientes. El individuo llevaba hombres a casa para que mantuvieran relaciones completas con ella a cambio de dinero que él se ocupaba de recaudar. El caso se juzgará el mes que viene en la Audiencia de Tarragona.
Para obligar a la mujer a ejercer la prostitución, el procesado también la amenazaba con explicar la situación a la familia de ella e, incluso, lo agredía físicamente para evitar que ofreciera resistencia. Durante las relaciones sexuales no consentidas con otros hombres, la víctima llegó a necesitar asistencia médica, y el hombre la obligaba prostituirse incluso cuando tenía la menstruación.
En una ocasión del mes de abril del 2015, el hombre le propinó puñetazos, patadas y bofetadas y la golpeó con una botella llena de agua. Una vez que mantuvo relaciones no consentidas con un cliente, el acusado se aprovechó del «miedo absoluto» vivido por la víctima y la penetró con la botella.
En agosto del 2015 la mujer dijo al acusado que estaba embarazada para que no la obligara a mantener relaciones sexuales con otros hombres, pero este la agredió, la pegó y la forzó a mantener relaciones sexuales con él.
El hombre se fue a Marruecos en agosto del 2015 y ella dio por acabada la relación sentimental que hasta entonces había mantenido por miedo, según el ministerio público. Al cabo de un par de meses, lo denunció.
En noviembre, sin embargo, el acusado se presentó en el domicilio de ella por sorpresa y la agredió sexualmente en dos ocasiones. Desde aquel momento se dedicó a llamarla y a enviarle mensajes amenazadores «para que no fuera a declarar a los juzgados». Incluso le dijo que «su familia era peligrosa, que traficaba con droga y que le harían alguna cosa o cogerían gasolina y la quemarían viva».
A finales de noviembre, la llamó en tres ocasiones para preguntarle dónde estaba y ella llamó inmediatamente a la policía. Cuando abrió la puerta pensando que eran los agentes, quien había en el otro lado era el acusado. El hombre irrumpió en el piso, intentó desvestirla y, ante la negativa de ella, la cogió por el cuello. Entonces la policía se presentó en el domicilio y pudo evitar la agresión.
37 años de prisión
Según la fiscalía, los hechos constituyen un delito relativo a la prostitución con el agravante de parentesco, por el cual solicita cinco años de prisión y una multa de 4.320 euros; tres delitos de agresión sexual con el agravante de parentesco por cada uno de los cuales pide diez años de prisión; un delito continuado de amenazas por el cual solicita un año de prisión y, finalmente, un delito de maltrato en el ámbito familiar por el cual pide otro años de privación de libertad.
Además, el ministerio público solicita que el hombre no se pueda aproximar a la víctima a menos de 500 metros ni comunicarse con ella durante un periodo de 25 años, y que no pueda tener ni utilizar armas durante seis años. En concepto de responsabilidad civil, reclama una indemnización de 450 euros por las lesiones que sufrió la mujer. El caso llegará se juzgará los días 7 y 8 de noviembre en la Audiencia de Tarragona.