«El Consejo Comarcal no ha respondido, 48 horas después del tornado»

El Ayuntamiento de los Pallaresos calcula que los pinos abatidos por el tornado que sacudió la urbanización Pallaresos Park la noche del domingo supera el centenar. Los árboles que cayeron al interior de los jardines particulares de la zona se acerca a la cuarentena.

En total, son más de doscientos los pins que, desde el mismo domingo por la noche, se están cortando y retirando, especialmente de la vía pública, con el fin de restablecer el tráfico en la zona.

«Estamos desbrozando desde aquella noche y la brigada municipal no ha parado desde entonces. Ayer (lunes) por la mañana, llamamos al Consell Comarcal del Tarragonès para que nos llevaran seis contenedores de restos de poda, al precio que fuera, para depositar todo lo que se está cortando y, 48 horas después, no han llegado», se lamenta el concejal de Urbanismo y Servicios del Ayuntamiento de los Pallareses, Xavier Marcos. «En una situación tan grave como esta, la actuación del Consell Comarcal del Tarragonès no está siendo la correcta», añade al edil de los Pallaresos, visiblemente molesto.

«No tenemos lugar donde meter todos los restos de pinassa, de ramas y cepas que se están cortando para abrir las calles de la urbanización. Hay casas en las cuales no se puede entrar prácticamente», añade.

Casi todos los árboles que han caído son pins de grandes dimensiones «de quince o veinte metros de altura», dice. Ayer, operarios de la Diputación de Tarragona cortaban los que habían quedado estropeados en la carretera entre Sant Salvador y els Pallaresos.

Xavier Marcos es, además de teniente de alcalde, vecino de la urbanización Pallaresos Park y él y su familia vivieron en primera persona el fenómeno meteorológico que provocó graves destrozos en las viviendas y los espacios públicos.

«Viví el chasquido de Salou de hace unos años y fue parecido. Sólo duró entre cuatro o cinco minutos. De repente, empezaron a temblar las ventanas, soplaba mucho viento y llevaba mucha agua. Veíamos cómo volaba todo, mesas|tablas, sillas. El viento elevó dos bicicletas y cayeron diez o veinte metros más allá de donde|dónde estaban. Sentimos miedo», narra.

Cuando se paró el viento, el concejal y otros vecinos cogieron sierras eléctricas para empezar a abrir camino a los servicios de emergencias.

Los bomberos, en diez minutos

«Los bomberos de Tarragona llegaron sólo diez minutos después de llamarlos y se portaron fantásticamente, queremos destacar su actuación», añade.

El 90 por ciento de la urbanización Pallaresos Park se ha visto afectada. Según el concejal de Serveis y vecino de la zona, hay casas sobre las cuales ha caído más de un árbol de grandes dimensiones. «En una en concreto, le han caído siete pinos encima. Han provocado graves problemas, pero, por suerte, no hemos tenido que lamentar daños personales», dice.

El concejal de Urbanismo y Servicios afirma que el Ayuntamiento de los Pallareses está evaluando los desperfectos de todos los afectados y ha impulsado dos medidas para ayudar a los vecinos a volver a la normalidad.

«El consistorio tiene preparadas varias actuaciones, pero no lo hacemos público, porque no sabemos todavía hasta dónde podremos llegar, pero ayudaremos los vecinos», decía.

El fenómeno meteorológico que sacudió esta urbanización y que los vecinos describen como un tornado se produjo la noche del 14 de octubre, en torno a las diez de la noche. En aquella hora, el Camp de Tarragona estaba sufriendo los efectos de los restos del huracán Leslie que había cruzado la península Ibérica y se encontraba provocante fuertes lluvias e inundaciones por toda Cataluña.