UP alerta de una bajada de entre el 30% y el 80% de la producción de olivas por la meteorología adversa
El sindicato advierte de una caída del precio del aceite de oliva de más del 32% respecto del año pasado
Unió de Pagesos (UP) advierte de una fuerte bajada de la producción de olivas en Cataluña de cara a la campaña 2018-2019 por varios motivos relacionados con la meteorología contrastada entre largas sequías y aguaceros abundantes. Las Terres de l'Ebre, el Camp de Tarragona y el Penedès son las zonas más afectadas, con pérdidas de producción del 30 al 80% en función del territorio. El sindicato pedirá al Departament d'Agricultura un seguimiento esmerado de la evolución de la producción con el fin de asegurar la adecuación de la fiscalidad del campesinado de este sector que tributa para|por el sistema de módulos en el IRPF. También se advierte de una fuerte caída del precio en origen del aceite de oliva que el Ministerio fija en un 32,83% respecto de la campaña pasada.
Según UP, en las Terres de l'Ebre, después de tres años consecutivos de sequía en las comarcas del Baix Ebre y el Montsià, las pérdidas pueden llegar a ser del 80% respecto de la producción anterior al periodo de sequía. En el Baix Camp, la reducción de cosecha puede llegar hasta un 70% menos que en la campaña pasada; en el Alt Camp podría situarse en la mitad de la del año pasado, y al Baix Penedès, un 60% menos que la campaña pasada.
Con respecto al Alt Penedès, el sindicato calcula que la cosecha será entre el 70% y el 80% inferior a la del año pasado; en las Garrigues se prevé mucha variabilidad en secano y en regadío, y la previsión es que la producción sea superior a la del año pasado. En el Urgell, la Noguera y la Segarra, entre un 30% y un 45% menor que el del año pasado por mal cuajado y sequía, aunque muy desigual según las zonas.
En el Priorat la producción puede llegar a ser un 30% inferior a la del año pasado, tanto en riego de apoyo como en secano, y al Alt y al Baix Empordà, inferior en la cosecha normal del año pasado, aunque las últimas lluvias han podido incidir favorablemente.
Las causas de la reducción de cosecha han sido muchos problemas en la fase de floración y cuajado del fruto. Por ejemplo, según el sindicato, en el Baix Ebre y en el Montsià, con tres años de sequía, uno de los pocos aguaceros que cayeron en primavera en esta zona coincidió con el momento del cuajado de la flor, provocando daños. Aparte de este problema, la tendencia propia del cultivo a la alternancia productiva y un largo periodo sin lluvias durante en agosto y en septiembre hacen difícil concretar la previsión. Finalmente, UP apunta que hay que esperar las consecuencias que tendrán para este cultivo las últimas lluvias de octubre, muy abundantes.
A la previsión de la fuerte caída de precios se suma la disminución prevista y por eso el sindicato apunta que los productores se pueden ver vertidos a una pérdida de renta con un riesgo de viabilidad de las explotaciones. En este sentido, UP pide a la industria oleícola y a la gran distribución que sea consecuente en la repercusión del precio, ya que no lo repercute al consumidor cuando baja en origen, y presiona a la baja, injustificadamente, el precio al productor.
Según datos del Ministerio, mientras que la caída en origen del precio en el aceite de oliva virgen extra era en julio de 2018 de un 30,03% menos respeto de la campaña anterior, el precio al consumo sólo se había reducido el 0,98%. Si se analiza la variación media con respecto a las dos anteriores campañas se observa que mientras el precio en origen cae un 9,3% el precio al consumo se incrementa un 5,22%.