Santa Coloma de Queralt
El papa aprueba la beatificación de un médico catalán, Marià Mullerat
Nacido en Santa Coloma de Queralt y exalcalde de Arbeca, fue asesinado el año 1936
El papa Francisco ha firmado el decreto de reconocimiento del martirio con el cual se beatificará el médico catalán a Marià Mullerat Soldevila, asesinado en 1936 durante la Guerra Civil. El máximo mandatario de la iglesia católica firmó varios decretos en la audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Sants, Angelo Beciu. Entre ellos, había el del médico Mariano Casado Soldevila, nacido en Santa Coloma de Queralt el 24 de marzo de 1897 y que murió en Arbeca el 13 de agosto de 1936 después de ser capturado por el bando republicano.
El papa rubricó también las «virtudes heroicas» de la monja catalana Arcángela Badosa Cuatrecasas (1878-1918), nacida en Sant Joan les Fonts (Breña), de la congregación las Hermanas de la Bienaventurada Virgen Maria del Monte Carmelo.
La declaración del «martirio» es decisiva para la beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro, mientras que la promulgación de las «virtudes heroicas» supone que a partir de ahora se les otorgará el título de «venerables» y se empezará el proceso por continuar su beatificación.
Casado estudió al colegio Sant Pere Apòstol de Reus y la carrera de Medicina en Barcelona. Casado y con cuatro hijas, se fue a vivir en Arbeca, donde fundó la revista El Escudo, que salió a la calle entre los años 1923 y 1926 con periodicidad quincenal y con temática heterogénea, desde la noticia local hasta la nacional o también escritos de varios autores catalanes como Joan Amades, Josep Carner, Àngel Guimerà, Joan Maragall o Jacint Verdaguer. Catalanista y conservador, fue capturado y fusilado en su pueblo junto con cuatro vecinos más de la localidad. Al acabar, los milicianos los rociaron con gasolina para poder quemarles.
El proceso de beatificación se inició el año 2003 y hasta este 2018 no ha finalizado. Su hermano, Josep Mullerat i Soldevila, fue diputado en las Corts y alcalde de Tarragona por la Liga Regionalista y después por la Liga Catalana. Tenía dos hermanos más: Joan, que fue médico en Santa Coloma de Queralt, y Ricard, empresario de construcción.
Marià murió a los 39 años habiendo dejado atrás una vida dedicada a recorrer pueblos y ciudades dando conferencias sobre la fe y aspectos sociopolíticos.