Animales
Campaña solidaria con una perra ecuatoriana para traerla a Cataluña
El animal, de nombre Fàtima, era maltratado por su dueño hasta que a una vecina de Valls que visitaba el país la alimentó, cuidó y acogió
En el pasado mes de septiembre, Maria, una vecina de Valls, fue a pasar cuarenta días en la localidad ecuatoriana de Manta. Allí vio cómo maltrataban una perra en un domicilio próximo, con agua hirviente, patadas, entre otros. Una vez el dueño decidió echar el animal, la chica decidió acogerla y darle comer, así como bautizarla con el nombre de Fàtima. Inmediatamente se interesó por la forma en llevarla con ella hacia casa una vez finalizara la estancia al país sudamericano. Según pudo investigar, para transportar un animal hace falta que este haya pasado una serie de analíticas, tenga la vacuna de la rabia, así como pruebas de serología, entre otros trámites. Todo le suponía un coste que no pudo asumir. Eso sí, antes de marcharse, se encargó de buscarle una casa de acogida.
Esta habitante de Valls, al llegar, inició una campaña junto con sus amistades con el fin de recaudar fondos. En total necesitan cerca de 2.000 euros y ya llevan más de 300 gracias, en parte, a actividades como las organizadas ayer en la Fuente Luminosa de Salou. Entre las diez de la mañana y las doce del mediodía dieron un paseo por la playa, un desayuno y un pequeño taller de cómo utilizar el juego para educar los animales. La mayor parte del dinero recaudado ayer, más de un centenar, llegó gracias a coque rápido de los voluntarios o del taller, que tenía un coste de cinco euros. Aun así, también contaron con la colaboración de peatones que se acercaban para darles la voluntad.
El dinero recaudado, aparte de servir por|para las pruebas médicas, también pagará el billete de avión desde Guayaquil, en el Ecuador. La perra vendrá acompañada de una madrina de vuelo. Con el fin de hacerlo posible, el número de cuenta, de La Caixa, es ES34 2100 0418 4201 0190 0921. Al concepto hay que poner «a Maria».
Perros abandonados
Las imágenes de perros abandonados a la América latina son más usuales que en otros países. Según un censo ciudadano de la Universidad San Francisco de Quito, en la capital ecuatoriana hay una media de 1 perro abandonado por cada 22 habitantes. Esta problemática está creciendo en los últimos años y se hace más pronunciada según la zona. Muchos de estos animales son de hogares que deciden prescindir de su compañero más fiel o cachorros que nacen y que no son aceptados. En muchos de los casos, los mismos dueños matan los perros una vez han nacido, pero también hay a quien decide abandonarles.