Policial
Desarticulan una organización internacional de explotación sexual en Cambrils
Las mujeres estaban obligadas, bajo amenazas y coacciones, a estar disponibles las 24 horas del día
Nueve personas han sido detenidas para formar parte de una organización criminal de explotación sexual de mujeres de diferentes nacionalidades en Cambrils. Las víctimas eran obligadas, bajo amenazas y coacciones, a estar disponibles las 24 horas para llevar a cabo los servicios sexuales que se les requiriera y sujetos a sanciones si incumplían las normas internas. Los proxenetas habían llegado a regentar hasta tres prostíbulos en la localidad, funcionando actualmente uno de ellos en un chalet. Los arrestados integraban los cuatro peldaños en los cuales se estructuraba la organización, desarrollando cada uno de ellos diferentes funciones.
La Policía Nacional inició una investigación a finales del 2016 cuando una mujer de nacionalidad rumana denunció que estaba siendo obligada a ejercer la prostitución, por parte de un matrimonio extranjero y sus colaboradores, en un prostíbulo de Cambrils.
En su declaración detallaba que ella y el resto de mujeres tenían que estar disponibles las 24 horas para realizar servicios sexuales, bajo amenazas y coacciones. Además, tenían que entregar a los proxenetas la mitad del abonado por el cliente. Las mujeres también estaban sometidas a un sistema de multas si incumplían las normas impuestas por los detenidos. También tenían que pagar una cantidad en concepto de alquiler y manutención, así como participar en las tareas de mantenimiento del local.
La investigación llevada a cabo permitió conocer que se trataba de una organización criminal con una estructura totalmente jerarquizada y con roles diferenciados. En un primer peldaño se encontraba la pareja formada por un ciudadano francés y su compañera de nacionalidad rumana, con que eran los principales responsables de la organización. Para encubrir legalmente sus actividades ilícitas habían creado una mercantil sin actividad real cuyo objeto social eran actividades de astrología y espiritismo, donde la mujer aparecía como única administradora.
En un segundo peldaño, y como lugarteniente de los anteriores, se encontraba otro ciudadano francés, el cual no ha podido ser detenido de momento.
El tercer peldaño estaba formado cuatro ciudadanos, tres franceses y una brasileña, que se encargaban de la obtención y desvío de los beneficios. Con la finalidad de blanquear los ingresos de la organización, utilizaban los datáfonos de dos bares de la localidad donde los clientes del burdel tenían que abonar el coste de los servicios sexuales solicitados.
Y en el último, había tres encargadas, dos españolas y una colombiana. Ellas eran las que directamente controlaban a las víctimas y ejecutaban las órdenes de los máximos responsables.
Durante los registros efectuados en el prostíbulo y en el domicilio de los dos responsables se intervino abundante documentación relacionada con las actividades ilegales (cuadrantes, calendarios fichas de realización de servicios, tarifas y consumiciones) y 5.500 euros en metálico.
A los detenidos se les imputan delitos relativos a la prostitución, trata de seres humanos con finalidades de explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Estos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial correspondiente.
En el dispositivo ha participado agentes de las Brigadas Provinciales y Locales de Extranjería y Fronteras de Tarragona y Reus, en colaboración con agentes de la Policía Local de Cambrils.
La operación está enmarcada dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Tracta de Seres humanos con Finalidades de Explotación Sexual, puesto en marcha en el 2013, y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Con el arranque de este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.