Sucesos
Tarragona tiene 58,7 kilómetros de carreteras con riesgo alto o muy alto de accidentes
El riesgo de sufrir un accidente es cuatro veces superior en una autopista o una autovía
Cataluña tiene 2.195 kilómetros de carreteras con un riesgo alto o muy alto de sufrir un accidente grave o mortal –58,7 de estos, en la demarcación de Tarragona-, según un informe de evaluación y riesgo de accidentalidad de las carreteras del RACC. El estudio EuroRap apunta que el riesgo de sufrir un accidente en una carretera convencional es cuatro veces superior que en una autopista o autovía y que en el 43% de los accidentes con muertos y heridos graves han sido involucradas motos. Además, alerta de que los accidentes de moto han aumentado un 45% desde el 2013.
El tramo con más accidentalidad es el de la C-37 entre Alcover y Valls. Otras vías son la T-7211 entre Reus y Constantí, la TV-3141 entre Cambrils y Reus, la TP-7225 entre Reus y el Morell, la C-51 entre el Vendrell y Valls.
Aunque el porcentaje de la red con un riesgo alto o muy alto de accidente grave o mortal es el más alto de los últimos seis años, el informe también apunta que los kilómetros con riesgo bajo o muy bajo han aumentado del 39% al 47% en los últimos ocho trienios. Con todo, el RACC avisa de que esta cifra se ha estabilizado en los últimos daños.
El estudio, que analiza los 6.362 kilómetros de la red vial donde circulan el 91% de los vehículos y donde se producen el 80% de los accidentes con muertos o heridos graves, indica que ha habido un estancamiento con respecto a la reducción de víctimas mortales en las carreteras, un hecho que pone en peligro que se alcance el objetivo de la Unión Europea para el 2020 de reducir a las víctimas en un 50% con respecto al 2010. El presidente del RACC, Josep Mateu, ha apuntado como causas de las cifras de accidentalidad la «pérdida de efectividad» de las políticas que se han hecho para «ganar la batalla contra los accidentes», el aumento de la movilidad de los últimos años, el hecho de que el parque de automóviles sea cada vez más viejo y el exceso de velocidad y las distracciones a la hora de conducir. Mateu también ha apuntado a la falta de inversiones en el mantenimiento de las carreteras como a causa de que favorece la accidentalidad. En este sentido, ha criticado que las inversiones en el mantenimiento de las carreteras haya disminuido un 67% del 2011 en el 2016. «Si queremos carreteras más seguras, las administraciones tienen que poner más esfuerzo», ha señalado el presidente del RACC. También ha pedido que se aproveche el «oportunidad» que genera el fin de las concesiones de los peajes para hacer un «muy buen modelo de cara al futuro» que asegure la inversión en el mantenimiento de las carreteras. Finalmente, el diputado delegado de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación de Barcelona, Jordi Fàbrega, ha insistido en la necesidad de aumentar los recursos en el mantenimiento de las carreteras.