1900, el año del cine en la Conca de Barberà

¿Cuándo se hizo la primera proyección de cine en la Conca de Barberà? ¿Se hizo en la capital de la comarca? ¿Quién era el público que miró esta proyección? Estos y otros interrogantes han quedado resueltos en Els nostres homes del diumenge, un trabajo llevado a cabo por Pedro Nogales, Alexandre Rebollo y José Carlos Suárez, los tres investigadores de la URV. El primero que ha desvelado esta investigación es que la primera proyección cinematográfica en la Conca de Barberà se hizo el año 1900, en el hotel balneario Vil·la Engràcia de la Espluga de Francolí. Esta información se ha extraído de la prensa de la época, que describe la celebración de las fiestas de Sant Magí, y entre los actos programados habría una sesión de cinematógrafo y fonógrafo. Este hecho tiene bastante relevancia –explica Pedro Nogales-, porque sitúa la primera proyección en un pueblo que no es la capital de la comarca. Otro hecho singular es que se hace en un balneario y no en una sala de cine o un centro asociativo o cultural, un hecho que se repetirá con el balneario de Vallfogona de Riucorb. En tercer lugar, señala al investigador, esta proyección se ofrece como aparte de la oferta para atraer a la burguesía de Barcelona y ciudades como Reus y Tarragona, «y eso establece diferencias con respecto a la idea del cinematógrafo como una cosa popular. Lo acabará siendo, pero aquí nace como un entretenimiento burgués».

Esta obra de Publicaciones URV forma parte de un proyecto más amplio, que tiene como objetivo repasar y estudiar los inicios del cine en las diez comarcas de la demarcación de Tarragona, con el fin de establecer comparaciones, extraer conclusiones e investigar un periodo poco estudiado, que comprende las primeras cuatro décadas del siglo XX. Antes de la Conca de Barberà, los autores del trabajo habían analizado las comarcas del Tarragonès y del Montsià. «Lo que nos permite ver el trabajo es que en las ciudades, la mayoría de iniciativas son privadas, mientras que en los pueblos juegan un papel muy importante las asociaciones, que son de un tipo u otro según el entramado de cada comarca». Así, en la Conca de Barberà los autores del estudio han concluido que, al ser una zona eminentemente agrícola, son las asociaciones agrarias las que jugarán un papel importante en la introducción del cine como fomento de la modernidad.

Els nostres homes del diumeng se ha escrito a partir de un trabajo exhaustivo en hemerotecas y archivos de varios ámbitos. Además de localizar espacios donde se hicieron las proyecciones cinematográficas y un buen número de títulos que se proyectaron, también se han buscado las primeras imágenes grabadas en la comarca. Estas han resultado tener como protagonista principal el Monasterio de Poblet, un polo de atracción turística ya en aquel tiempo. «La primera filmación es un filme de Poblet de 1908. Lo sigue otro de 1910 en que sale Montblanc, pero los dos están desaparecidos. La primera filmación que se conserva es doméstica, está fechada en 1925 y muestra, entre escenas familiares, una visita al Monasterio» explica Pedro Nogales. El autor del trabajo señala, sin embargo, que su trabajo es «un catálogo vivo», abierto en qué puedan aparecer nuevos descubrimientos.