Turismo
El fin de semana largo de Fin de Año registra ocupaciones que rondan el 90%
Sólo un 30% de los campings de la Costa Daurada y las Tierras del Ebro han abierto, la mayoría situados en el interior
El fin de semana largo de Fin de Año registra ocupaciones que rondan el 90% tanto en el Pirineo de Lérida y Gerona como en la Cataluña Central, la Costa Daurada y la Costa Brava. De hecho, muchos establecimientos de turismo rural y bungalows del Berguedà y de Poniente han colgado el cartel de completo estos días. Sus clientes buscan estar en contacto con la naturaleza y hacer las campanadas de una manera diferente. La media de estancias se sitúa en dos días, y el día que los hoteles tendrán más ocupación coincide con la noche de Fin de Año. Con respecto al ocio nocturno, el secretario general de la Fecasarm, principal patronal del sector en Cataluña, Joaquim Boadas, ha explicado al ACN que la venta de entradas anticipada, sobre todo por internet, va un 20% mejor que el año pasado.
Aunque sólo un 30% de los campings de la Costa Daurada y las Tierras del Ebro están abiertos este fin de semana largo, la ocupación ronda el 90%. La mayoría de los establecimientos que tienen abierto por las fiestas navideñas están situados en el interior y están en las comarcas del Baix Camp, la Conca de Barberà, la Terra Alta y el Priorat. Según Mireia Sans, miembro de la comisión de promoción de la asociación de Campings de la Costa Daurada y Tierras del Ebro, Campings Tarragona -Unique Camping Destination-, la mayoría de clientes «son familias, pero también hay parejas que buscan un fin de semana romántico o grupos de amigos que quieren pasar un fin de semana rural y que buscan pasar un fin de año de una manera original». De hecho, «este es un fin de semana muy fuerte, de temporada media-alta» y la mayoría de clientes están «dos días y medio».
La mayoría de huéspedes de los campings de la Costa Daurada y las Tierras del Ebro buscan «el contacto con la naturaleza, escaparse de las grandes ciudades, de las aglomeraciones y del bullicio», explica Sans. Según ella, uno de los principales atractivos son «los bungalows de madera porque están integrados en el entorno natural que tienen los campings».
En las tierras de Lérida y el Pirineo leridano las previsiones superan el 90% de ocupación en los hoteles y llegan al 100% en el turismo rural y los bungalows, gracias en buena parte a los buenos grosores de nieve, aunque las nevadas no han sido tan buenas como desearía el sector. La previsión por todas las fiestas de Navidad hasta Reyes supera el 70%, y se esperan vender unos 185.000 forfaits de esquí, para acabar un año 2018 que ha estado de récord. Juli Alegre, director del Patronato de Turismo de la Diputación de Lérida, ha explicado al ACN que la alta ocupación también llegará a las segundas residencias y los restaurantes la noche de Fin de Año, aunque después bajará un poco hasta Reyes.
Una situación similar se ha producido en las pistas de esquí y en las comarcas interiores de Gerona. Según la Federación de Hostelería de las Comarcas de Gerona, los establecimientos de la Cerdanya, la Garrotxa y el Ripollès han llenado más del 95% de plazas disponibles este fin de semana largo de Fin de Año. La ciudad de Gerona y sus alrededores tendrán una ocupación del 93% y a la Garrotxa de un 82%. Una situación bastante diferente se ha vivido en la Costa Brava, donde sólo han abierto un 20% de la flota de hoteles. Con todo, los que han levantado la persiana del Alt Empordà tendrán una ocupación del 90% y en la Costa Brava Centro y en la zona del litoral de la Selva de un 85%. Los hoteles gerundenses ofrecen para la noche de Fin de Año paquetes especiales que incluyen cena, alojamiento y desayuno. La mayoría de turistas de estos días son familias y parejas catalanas, aunque también hay que provienen de Francia. La media de estancias se sitúa en dos días y el día en que los hoteles tendrán más empleo coincide con la noche del 31 de diciembre.
Cada vez tiene más éxito el turismo rural, especialmente durante las fiestas navideñas. Según el presidente de la Asociación de turismo rural del Berguedà, Jordi Pellicer, este fin de año tendrán prácticamente un 100% de ocupación, cosa que es «habitual desde hace años». «Estas fechas son reservadas con mucho tiempo de antelación y hay familias que lo alquilan de un año para el otro», asegura. Los clientes mayoritarios son «familias y amigos con chiquillos que quieren pasar el fin de año juntos en un lugar tranquilo, con unas buenas instalaciones, ya que las casas están muy bien equipadas, tienen el encanto de la chimenea y de estar en un espacio rural a la naturaleza». El presidente de la Asociación de turismo rural del Berguedà subraya que este año han estado «de suerte porque el puente de fin de año tiene un día más que el año pasado» y eso «les es beneficioso» porque tienen «más días de ocupación, desde el viernes y hasta el martes».
Con respecto al ocio nocturno, el secretario general de la Fecasarm, principal patronal del sector en Cataluña, Joaquim Boadas, ha explicado que no tiene datos exactos sobre la venta de entradas, pero sí que la venta anticipada, sobre todo por internet, va un 20% mejor que el año pasado. Según él, cada vez los locales están más preparados y la gente está más acostumbrada a comprar 'on line' las reservas de estas fiestas de Fin de Año, y por eso recomienda a la ciudadanía adelantar la compra porque muchos locales ya tienen casi todo el aforo completo. En los restaurantes la situación es similar, dice Boadas. En declaraciones en el ACN, Boadas ha explicado que el hecho de que la verbena caiga en lunes y no en fin de semana también los beneficia porque es una noche más que pueden llenar los locales, noche que pueden alargar el horario excepcionalmente. De hecho, dice que para el sector, la noche de Fin de Año es tan importante como la festividad de Sant Jordi para los libreros.
Con respecto a la posible competencia de las fiestas populares en pabellones u otros espacios, se ha mostrado satisfecho por los controles de seguridad que hace la Conselleria de Interior para comprobar que se cumplen todos los requisitos como permisos, aforo máximo, la presencia de controladores y vigilantes, el horario y el seguro. Según la Fecasarm, este tipo de fiestas han bajado un 60% en los últimos ocho años a causa de estas exigencias legales, cosa que las hace menos atractivas económicamente, y por incidentes graves como los ocurridos en Les Borges Blanques o el Madrid Arena, que provoca que los ayuntamientos sean más reticentes a alquilar los espacios.