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La falta de vigilantes obliga a retrasar la fiesta de Fin de Año en Mont-roig

La empresa encargada informó a última hora de que no tenía personal y el Ayuntamiento tuvo que cancelarla en un principio

Imagen del pabellón deportivo donde se celebró la fiesta,

pabellón deportivo, monte-encarnado del campoGoogle

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Mont-roig del Camp ha empezado en el 2019 con mal pie. La falta de vigilantes obligó a suspender la fiesta de Fin de Año que el Ayuntamiento había organizado en el pabellón polideportivo. Después de mover cielo y tierra, finalmente se consiguió la vigilancia suficiente y exigida por motivos de seguridad para poder abrir hacia las dos y media de la madrugada. A pesar de eso, el problema provocó una gran indignación entre los vecinos que tenían previsto asistir.

Cuando faltaban pocos minutos por|para las nueve de la noche del 31 de diciembre, el Ayuntamiento de Mont-roig informaba de que la fiesta de Fin de Año del polideportivo se anulaba por «motivos de bastante mayor». La empresa de seguridad había anunciado, a última hora, que no podía asumir el servicio por falta de personal y que el Ayuntamiento no había podido encontrar una alternativa para poder cumplir la normativa que obliga a tener unos mínimos de vigilancia en fiestas de gran aforo.

«Hacia las nueve nos llama la Policía Local todo asegurando que la empresa que tenía que realizar el servicio de seguridad en la fiesta había llamado a la técnica y había dicho que había fallado el personal y que, por lo tanto, no podrían venir a la fiesta de Mont-roig», explica el concejal de Festes, Ángel Redondo. A partir de entonces, según relata el edil, empezó el maratón de llamadas a otras empresas e, incluso, en otras poblaciones vecinas, como l'Hospitalet de l'Infant, trató de encontrar una solución. A pocos minutos por|para las campanadas que anuncian el nuevo año, el Ayuntamiento de Mont-roig tomaba la decisión de cancelar la fiesta y lo anunciaba por megafonía a todo el pueblo. Según parece, eso provocó mucho malestar entre algunos de los que tenían previsto asistir y algunos habrían ido, incluso, al pabellón polideportivo a pedir explicaciones.

«Necesitábamos a siete vigilantes, cinco en Mont-roig y dos en Miami. Evidentemente, pediremos responsabilidades a la empresa que habíamos contratado. De hecho, es la empresa que da servicio a otros municipios del Baix Camp a través del Consell Comarcal y nosotros lo estábamos valorando para poder contratarla para todos los acontecimientos del municipio. Después de eso, no contemplan entrar en ningún convenio con esta empresa», dice Redondo. «Es normal que la gente se enfade. Vivimos en un municipio donde no hay muchas alternativas y se tiene que coger el coche.... Pediremos responsabilidades», añade.

Finalmente, se consiguió una vigilancia mínima para poder abrir la fiesta hacia las dos y media de la madrugada, probablemente con un aforo más reducido.

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