Adrián Medina, jugador del Nightmare Grims Quidditch Camp de Tarragona (NGQ)
«Cualquiera puede ser un buen jugador de Quidditch, es un deporte para todo el mundo»
Los Nightmare Grims han quedado terceros de la 5ª Copa Catalana de Quidditch, un deporte que nació de la famosa zaga ‘Harry Potter’
—Cómo se juega al Quidditch?
—Es un poco complicado. Jugamos en un campo donde, a cada lado, hay tres aros en diferentes alturas, que serían las porterías. En el campo hay cuatro o cinco pelotas, dependiendo del momento en que se encuentre el partido. Está la Quaffle, que es una pelota de voleibol un poco desinflada, con la cual se hacen los puntos. Después hay tres pelotas Bludgers, que sirven para eliminar jugadores del equipo contrario. Y finalmente la Snitch, que es una pelota de tenis dentro de un calcetín, y que la lleva un jugador neutral atada en la cintura. En el campo juegan siete deportistas por equipo, en cada uno hay un Guardián que sería como el portero, tres Cazadores, que juegan con la Quaffle y hacen los puntos, dos Golpeadores, que eliminan jugadores con las otras pelotas, y un Buscador, que es quien tiene que coger la Snitch.
—Este deporte reproduce el juego que se explica a la zaga de ‘Harry Potter’. Pero allí los jugadores compiten montados en escobas. ¿Esta es la única diferencia con respecto al juego original?
—Sí, es bastante fiel al original, sólo con que aquí jugamos con bastones de PVC entre las piernas, representando las escobas, y corremos así. Es un tipo de handicap añadido al deporte, igual que pasa con el fútbol, que sólo se puede tocar la pelota con los pies, o al baloncesto, donde hay que botar la pelota. Correr con un palo entre las piernas parece difícil, pero al primer entrenamiento ya se aprende, al final acaba siendo bastante sencillo.
—Qué habilidades tiene que tener un buen jugador de Quidditch?
—En realidad cualquier persona puede ser un buen jugador, porque hay tantas opciones que siempre habrá una posición en la cual lo hagas bien, tengas las habilidades que tengas. La gente rápida puede hacer de Buscador, los más fuertes pueden ser Cazadores, y así para todo el mundo. En realidad no hay un jugador perfecto, sino que para cada posición van bien unas habilidades.
—Cuánto dura un partido?
—Depende, porque cuando se coge la Snitch, se acaba. El mínimo son dieciocho minutos, porque esta pelota no entra en el campo hasta el minuto dieciocho de juego. Si lo cogen muy rápido, se acaba entonces. Si no, al jugador que hace de Snitch se le van añadiendo handicaps, como sólo puede utilizar una mano, sólo puede ir por el centro del campo, etc. No hay un límite de tiempo, aunque llega un momento que es muy fácil cogerla.
—Tarragona fue la segunda ciudad de Cataluña en tener equipo de Quidditch, después de Barcelona. ¿Cómo surgió la iniciativa?
—El equipo de Barcelona vino a hacer una demostración a la convención ExpOtaku y, a gente de Reus y Tarragona nos gustó, así que nos ayudaron a poner en marcha un equipo.
—Cuántos jugadores conforman el equipo de Tarragona, los Nightmare Grims?
—Inscritos somos más de veinticinco, cerca de treinta. Sin embargo, a los partidos se convocan veintiún jugadores como máximo y, como todos somos estudiantes o trabajamos, vienen los que pueden.
—Todos sois fans de la zaga de ‘Harry Potter’?
—No, no nos une únicamente eso. Hay muchos jugadores que se iniciaron en este deporte y ni sabían que tenía nada que ver con la zaga. El perfil de las personas que juegan a Quidditch es muy variado. Además, es un deporte mixto, así que hay chicos y chicas. Sólo hay un mínimo de edad, que son los dieciséis años, pero a partir de aquí, puede jugar todo el mundo.
—Por qué han escogido este nombre?
—El Grim es una criatura mágica de las novelas, una especie de perro muy grande que es un presagio de muerte. Quiere ser un mensaje a los rivales, decirles que jugar contra nosotros es una mala noticia.
—El equipo de los Nightmare Grims está cerrado o todavía aceptan jugadores?
—Sí, y tanto que está abierto. Si alguien quiere venir, que venga. Cogemos a todo el mundo, la única condición es que tiene que tener más de dieciséis años. Entrenamos cada domingo por la mañana en el Parque del Francolí de Tarragona, al lado del Parque Central.