El Priorat pone en marcha un banco de tierras para garantizar el relevo generacional de campesinos
Crearán una base de datos de las fincas para recuperar y otra de interesados en explotarlas mediante acuerdos
El Priorat ya ha puesto en marcha el engranaje para hacer funcionar el banco de tierras, un instrumento que tiene que garantizar el relevo generacional de campesinos y, al mismo tiempo, el mosaico agrario de la comarca. Desde principios de mes, dos trabajadoras fijan los criterios y los reglamentos para regular este órgano. «El Priorat tiene un envejecimiento de la población muy elevado y ahora se están abandonando tierras y perdiendo fincas y campesinos», ha explicado el presidente del consejo comarcal, Jordi Sabaté, que cree que el banco de tierras ayudará a garantizar la continuidad del campesinado. El órgano está incluido en el plan de gestión de la candidatura Priorat-Montsant-Siurana para que el paisaje agrario sea declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
La tasa de envejecimiento de la población del Priorat es elevada y el campesinado se resiente. De hecho, cada año hay jubilaciones que no son sustituidas y hace que la explotación de las tierras se acabe perdiendo. Para evitarlo, hace años la Vinícola del Priorat creó una brigada de trabajo para los cultivos de socios que dejaban de explotarlas y, así, mantuvo el producto de la cooperativa. «Si no, cada año iría disminuyendo la producción tanto de uva como de oliva», ha explicado Sabaté, que cree que el banco de tierras hará una función parecida.
«Nos falta este relevo generacional y una de las maneras de llevarlo a cabo es incorporar nuevos campesinos y nuevas explotaciones, sea con campesinos nuevos o con otros que quieran ampliar su explotación», ha detallado Sabaté. Su objetivo es crear una base de datos de fincas susceptibles de ser aprovechadas y de personas que quieran recuperarlas. Concretamente, se piensa en incorporaciones a la actividad mediante acuerdos bisiestos, arrendamiento o cesión con propietarios de tierras que no se trabajan o que quieren jubilarse. Después, se diseñarán las herramientas de acompañamiento en el sector. Los interesados en formar parte del proyecto ya pueden dirigirse al consejo comarcal.
Con respecto al tipo de tierras, la estrella seguirá siendo la viña, aunque el consejo comarcal apunta que también se tiene que potenciar la oliva y el aceite de la zona, un producto de calidad. Además, tampoco se descarta otras producciones que últimamente han disminuido, como la avellana y otros tipos de fruta seca. Eso sí, la comarca exigirá un tipo de cultivo «que sea respetuoso y se adapte en lo que representa el Priorat y a su paisaje».
El banco de tierras es uno de los órganos que está incluido en la candidatura para que el paisaje del Priorat sea declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Ahora mismo, está dando los últimos pasos para responder a la fase de evaluación final. Prioritat, la agrupación que coordina la candidatura, ve el banco de tierras como un «instrumento básico e indispensable de dinamización del espacio y actividad agraria de la comarca».
La coordinadora de Prioritat, Roser Vernet, ha explicado a la ACN que la creación de un banco de tierras era una de las acciones prioritarias dentro de la candidatura «porque puede ayudarnos en la plaga de falta de relevo generacional, que puede poner en peligro la continuidad de este modelo agrícola que presentemos en la Unesco.» «En la candidatura hablamos de mosaico agrario, y en el banco de tierras no queremos potenciar sólo la viña, también el olivo, la fruta seca y, si hace falta, los cereales», ha admitido Sabaté, que explica que se han comprometido a «potenciar» el mosaico agrario en el plan de gestión de la candidatura.
El banco de tierras trabajará de forma coordinada con el foro agrario, activo desde hace meses, que también trabaja en la definición del modelo agrario propio y los instrumentos que le tienen que dar continuidad. Es uno de los proyectos incluidos en el Programa Estratégico de Competitividad Territorial (PECT) 'Priorat-Montsant-Siurana' y cuenta con la financiación de los fondos Feder de la Unión Europea, coordinada por el consejo comarcal.
«Vamos un poco tarde, porque el banco de tierras ya hace dos años que tendría que haber empezado, pero las circunstancias políticas han hecho que se haya retrasado», ha reconocido el presidente del consejo comarcal. El banco de tierras funcionará dentro de los dos años que restan del programa PECT pero la voluntad es que tenga continuidad.