Campo
La tragedia de Julen desata la alerta por los pozos y agujeros ciegos en el territorio
Los ciudadanos denuncian en las redes sociales y en los ayuntamientos del riesgo que supone mantenerlos descubiertos en lugares habituales de paseo
La tragedia de Julen, el niño de dos años que fue encontrado muerto después de trece días de trabajos de rescate en el fondo de un pozo por dónde cayó accidentalmente en Totalán (Málaga) ha mantenido con el ay en el corazón todo el país y ha desatado la alerta entre los ciudadanos por los pozos y agujeros ciegos que se encuentran esparcidos por el territorio, también en la demarcación de Tarragona. Lo que hasta ahora eran sencillamente obstáculos a evitar cuando alguien salía a pasear, se han convertido en peligrosas trampas mortales cerca –desgraciadamente– de la tràgedia de Totalán.
El 13 de enero pasado se conocía la noticia de la caída del niño dentro de un pozo de 107 metros de profuditat. La ciudadanía no daba crédito al accidente, ya que los 25 centímetros de diámetro hacían casi imposible imaginar la posibilidad de que pudiera caer un niño de dos años. Trece días después conseguían rescatar el cuerpo sin vida del pequeño Julen. En todo este tiempo, los ciudadanos han estado denunciando en las redes sociales –y también activamente alertando a los ayuntamientos– sobre la ubicación de pozos ciegos, agujeros de orígen desconocido e, incluso, alcantarillas sin cubrir que se encuentran en zonas habituales de paseo.
Algunos ejemplos de la alerta vecinal se produce en Salou. Este fin de semana una vecina ha denunciado la presencia de lo que parece la boca de un pozo en unos terrenos cerrados y boscosos adyacentes a la avenida Pla del Maset, que une Salou con el Pinar, un lugar de paseo habitual para muchos. «Es cierto que hay una valla, pero en algunos tramos está rota. Yo personalmente he visto a alguien paseando con los perros por estos terrenos», explica a Diari Més la vecina que ha denunciado el extraño agujero. El 14 de enero, al día siguiente de que el caso Julen se hiciera público, otro vecino de Salou denunciaba un hoyo o pozo completamente descubierto en la zona del campo de fútbol municipal, una zona de paso también para muchos vecinos cuando sacan a pasear sus perros. La publicación en las redes sociales provocaba una reacción inmediata y en pocas horas lo cubrían para evitar peligrosos accidentes. Por otra parte, este mismo fin de semana otra ciudadano criticaba la manera en que se ha señalizado un pozo de apertura elevada, pero con la tapa rota, que se encuentra en la zona de Emprius de Salou. El riesgo potencial que supone para alguien que se entregue ha hecho que la policía local lo señalice con cintas, una medida que los vecinos consideran insuficiente. «Hay muchos más en esta zona», asegura el vecino.
Los vecinos de Constantí también han puesto en el punto de mira la boca de lo que aparentemente parece pozo y que localizan «al final del camino del barranco». Tiene una cubierta de madera, pero esta está degradada y rota, hasta el punto que resulta factible pensar que podría ceder con el peso de una persona. Los vecinos que conocen la zona alertan «de que hay más» en aquel lugar de Constantí.
La chocante muerte del niño Julen ha provocado una extrema concienciación por los peligros que suponen los agujeros en el suelo no sólo en espacios verdes, sino también en zonas urbanas. En Constantí y en el barrio tarraconense de Sant Pere i Sant Pau, los vecinos denuncian por las redes sociales el riesgo que supone andar por aceras donde han desaparecido las tapas del alcantarillado.