El actual rector de Constantí había sido investigado dos veces por casos de pornografía y abusos infantiles

El actual rector de Constantí, Francesc Xavier Morell, había sido investigado entre el 2015 y el 2016 por presuntos tocamientos a menores y antes del 2010 por un caso de pedopornografia, según ha confirmado este martes el Arzobispado de Tarragona. En el primer caso, estuvo citado a declarar en una investigación civil por un caso de pedopornografia dónde, según el Arzobispado, no se procedió porque el caso fue archivado por el juez. Además, apuntan, hasta la reforma del 2010 de la legislación canónica sobre abusos aquel caso no constituía un delito grave. En el segundo caso se ordenó una investigación previa de los hechos y ordenó el archivo 'pro nunc' –por ahora- de la causa por falta de elementos. Sin embargo, se le hizo una «particular vigilancia por un tiempo prudencial».

Todo viene después de que se haya conocido que el religioso fue apartado durante dos años por estos hechos, según ha informado Catalunya Ràdio. A su vez, este hecho ha sido conocido posteriormente a varias denuncias de supuestos abusos sufridos durante décadas por parte de mosén Llagostera, en Constantí, hechas públicas el domingo por la noche por El Periódico.

El Arzobispado también ha confirmado que se denunció otro clérigo entre el 2015 y el 2016, del cual no ha trascendido la identidad públicamente, también por presuntos tocamientos a menores con finalidad libidinosa. En este caso, y también siguiendo los protocolos establecidos por el Vaticano, se hizo una investigación y se informó del resultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En este caso, se adoptaron medidas disciplinarias «proporcionadas» a los hechos probados y que no se ha concretado en que consistieron.

En un comunicado, el Arzobispado condena todo abuso sexual, de poder y de conciencia, especialmente cuando haya sido cometido por un clérigo contra un menor. Señalan que hacen suyo el dolor de todas las víctimas e invitan a denunciar «estos hechos execrables» a la Comisión de Prevención de los Abusos, encabezada por el Promotor de Justicia del Arzobispado de Tarragona y a las autoridades civiles.

Por otra parte, piden «perdón», principalmente a las víctimas de los abusos, y manifiestan el «firme compromiso de reparar según justicia los daños espirituales y morales causantes y de implementar todas aquellas medidas que sea necesarias para que los espacios eclesiales sean absolutamente seguros para la infancia y la juventud».

Finalmente, manifiestan su «disponibilidad» para «seguir» investigando los hechos denunciados y colaborar con la justicia del país para aclararlos.