Turismo
Más de 7,6 millones de visitantes en los monasterios de la Ruta del Cister desde la creación de la marca turística hace 30 años
La oferta de alojamientos y de servicios turísticos en las tres comarcas que lo integran se ha incrementado notablemente durante este periodo
Un total de 7.664.660 personas han visitado los monasterios que forman parte de la Ruta del Cister (Santes Creus, Poblet y Vallbona de les Monges) desde 1989, cuando se creó esta marca turística para dinamizar turísticamente y económica las tres comarcas que la integran: el Alt Camp, la Conca de Barberà y el Urgell. Durante el 2018, los tres monasterios cistercienses sumaron 167.861 visitas. En estos 30 años, el auge de visitantes se ha traducido también un incremento de la oferta turística y de servicios en estas comarcas en que se ha pasado de 40 alojamientos en 1989 a 334 en el 2018, de 54 establecimientos de restauración en 436, y de no haber ninguna empresa de turismo activo en las 41 que hay actualmente. Por otra parte, 105.389 personas han hecho el GR175 La Ruta del Cister en los diez últimos años.
La Ruta del Cister, que nació por iniciativa de los consejos comarcales del Alt Camp, la Conca de Barberà y el Urgell, celebra este año 30 años de funcionamiento. Creada con la voluntad de desarrollar turísticamente y económicamente las tres comarcas, se ha convertido en este periodo en la expresión e identidad del territorio. El nombre de la ruta responde al hecho que el patrimonio artístico y cultural de cada una de estas comarcas está conformado por tres monasterios cistercienses, los monasterios reales de Santa Maria de Poblet, ubicado en Vimbodí y Poblet (Conca de Barberà); Santa Maria de Vallbona, en Vallbona de les Monges (Urgell), y Santes Creus, en Aiguamúrcia (Alt Camp).
Con la creación de la marca turística se estructuró una oferta integral que pudiera conectar con las expectativas del visitante potencial. De esta manera, se ordenaron las infraestructuras, los recursos, los atractivos y los servicios en función de la demanda para incorporarlos a una marca que ofreciera una imagen atractiva y de calidad; que permitiera la identificación de la oferta en los diferentes mercados donde se quería comercializar, y que generara las interacciones necesarias para que el turista optara por visitar esta destinación y no otra.
Este ha sido el reto de la Ruta del Cister desde su creación como marca y destino que ha permitido su posicionamiento y consolidación en estos treinta años. Además del trabajo de los consejos comarcales, hay que destacar también el papel que ha jugado los ayuntamientos y el apoyo de la Generalitat y de las diputaciones de Tarragona y Lérida. En un estudio llevado a cabo en el 2018, más del 50% de las personas que participaron coincidían en el hecho de que visitar el territorio de la Ruta de Cister puede ser una buena propuesta por hacer en familia.
Aunque su nombre se basa en los tres monasterios, que conforman un importante patrimonio artístico y cultural de cada una de estas comarcas, desde su creación, la Ruta del Cister ha incorporado también todos aquellos recursos turísticos, culturales y naturales que se pueden encontrar en el conjunto de los sesenta y cinco municipios que la integran. Así, la Ruta del Cister se ha convertido en un elemento primordial del desarrollo de este territorio en tanto que recoge todos los efectos beneficiosos del desarrollo turístico: potencia la actividad económica, pone en valor los recursos patrimoniales y diferencia este territorio de otros canalizando el atractivo de los recursos a través de una propuesta diferente y distintiva.
Uno de los indicadores importantes a tener en cuenta desde la creación de la marca es la evolución del número de establecimientos y servicios turísticos en las tres comarcas. Desde 1898 se ha pasado de 40 alojamientos a 334 en el 2018, de 54 establecimientos de restauración a 436, y de no haber ninguna empresa de turismo activo a las 41 que hay actualmente. Hace 30 años las tres comarcas contaban con 18 museos y espacios visitables y 5 oficinas de turismo y ahora ya son 99 y 27, respectivamente.
Más de 105.000 senderistas en el GR175 La Ruta del Cister en los últimos diez años
Por otra parte, 105.389 personas han transitado por el GR175 La Ruta del Cister desde el 2008, según las estadísticas recogidas a partir de la instalación de eco-contadores a lo largo del sendero. Enlaza los monasterios de Santes Creus, Vallbona y Poblet, después de atravesar diferentes localidades del Alt Camp, la Conca de Barberà y el Urgell. Surgió como una actividad social del Centre Excursionista la Xiruca Foradada del Pla de Santa Maria con el afán de llegar a los monasterios cistercienses por diferentes lugares. El GR175, como producto de senderismo ligada a la Ruta del Cister, se inauguró en 1999 pero fue el año 2009 cuando se convirtió en itinerario turístico.
Su itinerario, con poco más de 100 kilómetros y debidamente señalizado, se convierte un descubrimiento de la cultura, la historia, la gastronomía, el paisaje natural y humano. Un territorio donde disfrutar de experiencias impactantes como pueden ser participar en la plegaria de vísperas escuchando el canto de los monjes de Poblet, después de haber realizado una magnifica excursión por las montañas de Prades y el Paraje Natural de Poblet.