Agricultura
La sobrepoblación de corzos ocasiona daños en la viña del Priorat
Agricultura suaviza las restricciones de la caza para reducir ejemplares con un plan piloto que se acaba este febrero
La población de corzos ha crecido «exponencialmente» en los últimos años. Por eso, desde hace un año, el Departamento de Agricultura ha puesto en marcha a un plano piloto para reducir la sobrepoblación en comarcas como el Priorat, donde está provocando estragos en los cultivos de viña. Desde el abril pasado y hasta este febrero, el Departamento está suavizando las restricciones y permite a los cazadores capturar tanto hembra como macho durante todo el periodo autorizado. Con eso se espera conseguir un incremento de las capturas, en la línea del repunte alcanzado la temporada anterior, cuando se cazaron 365 ejemplares -uno 25% más.
Ante el incremento de población de corzos, el Departamento de Agricultura ha autorizado que los cazadores capturen indistintamente hembras y machos durante los diez meses de caza permitida. Hasta la puesta en marcha del plano piloto, sólo se podían capturar ejemplares macho entre el 2 de abril y el 12 de agosto, de ambos sexos entre el 2 de septiembre y el 28 de octubre y hembras entre el 6 de enero y el 24 de febrero. «Nos dimos cuenta de que los cazadores sólo cazaban la mitad del número autorizado y lo hemos extendido», explica al ACN al director de los servicios territoriales de Agricultura del Camp de Tarragona, Àngel Xifré.
Daños en la viña
El crecimiento de la población de corzos ha tenido un impacto directo en el sector de la viña. Eso llevó a un centenar de viticultores de la comarca a alertar de que esta especie se alimenta de los brotes tiernos de las cepas cuando brotan en primavera y que había que emprender medidas. El coordinador de Unió de Pagesos al Priorat, Josep Montané, explica que los brotes comidos por los corzos pueden rebrotar, pero que ya no producen uva. En el peor de los casos, si el animal persiste demasiado, puede acabar matando la planta.
Del conjunto de las comarcas del Camp de Tarragona, al Priorat está donde se han hecho más capturas. Uno de cada tres corzos capturados durante la campaña pasada en el Camp de Tarragona corresponde a esta comarca. Los municipios de Torroja del Priorat, Porrera, la Vilella Alta, la Vilella Baixa, Gratallops y Poboleda son los más afectados por su presencia. También se han hecho capturas notables en el Baix Camp y en la Conca de Barberà, con un 28% cada una.
A pesar del aumento de capturas, el sindicato Unió de Pagesos cree que todavía es pronto para certificar que la medida sea «suficiente» y que la población de corzo esté «controlada». De momento, la organización agraria se muestra satisfecha con el plano piloto arrancado por la administración y confía en que mantenga su «compromiso» en los próximos años.
Las capturas de conejos caen a la mitad
Con respecto a los conejos, otra de las especies que estropea campos y cosechas, las capturas se han reducido casi a la mitad en la última década en el Camp de Tarragona. El techo de capturas se alcanzó la campaña 2007-2008 con 46.010 ejemplares, mientras que en la temporada 2017-2018 se han capturado 21.857 -la gran mayoría durante el periodo hábil de campaña y un 10% con autorizaciones excepcionales.
El Baix Penedès está donde la población de conejos genera más problemas porque se ha producido un repunte de ejemplares. Las capturas en esta comarca representan un 33% de todas las que se han hecho al conjunto de las comarcas tarraconenses. Las capturas del Baix Camp suponen el 23%, las del Tarragonès el 19%, las del Alt Camp el 13%, las de la Conca de Barberà el 10% y las del Priorat justo|nada más un 3%.
Según explica el director de los servicios territoriales de Agricultura, Àngel Xifré, se han impulsado actuaciones conjuntas con los ayuntamientos y las sociedades de cazadores para reducir la población. A modo de ejemplo, el Departamento ha recomendado que se limpien las áreas próximas a las autopistas porque se ha observado que son zonas «descontroladas».
Con respecto al jabalí, se han cazado 4.355 ejemplares durante esta temporada en el Campo de Tarragona, un 4% más con respecto al anterior. La Conca de Barberà es la comarca tarraconense con más capturas -un 27%-, mientras que el Priorat, el Alto y el Baix Camp rondan el 20% cada una.