El Castillo de Vila-seca será un centro expositivo de arte contemporáneo

El Castillo de Vila-seca será, a partir del mes de junio, una sede expositiva de arte contemporáneo catalán. Lo hará de la mano de una fundación, de la cual oficialmente todavía no se ha revelado el nombre, pero que ya se apunta que sería la Fundación Vila Casas.

«El Castillo acogerá una de las colecciones de pintura contemporánea catalana más importante del país», adelantaba|avanzaba el viernes pasado al alcalde Josep Poblet, señalando que este mes de marzo se hará la firma oficial del convenio, y entonces se hará la confirmación pública de este nuevo aliado. Poblet lo explicó en el marco de las jornadas de puertas abiertas que se están llevando a cabo para mostrar el Castillo, que ha sido objeto de una importante rehabilitación después de que el Ayuntamiento lo comprara el año 2005. El mismo alcalde explicó que la rehabilitación del Castillo era un «objetivo», pero no una «prioridad», y que se ha tardado catorce años en tenerla terminada porque se ha ido haciendo a medida que se iba teniendo la financiación para llevarla a cabo.

El proyecto de rehabilitación ha supuesto un gasto de cerca de cuatro millones de euros, y ha consistido en la sustitución de las cubiertas, la conservación y restauración de las fachadas, el acondicionamiento|condicionamiento del jardín y una rehabilitación integral del interior con el objetivo de convertir el edificio en un equipamiento polivalente. Así, en la planta baja se ha incorporado un salón de actos con capacidad para cien personas. En las plantas primeras y segundas se han condicionado dos grandes espacios para las funciones expositivas, así como salas de trabajo y salas de reuniones. Todo se ha hecho respetando y restaurando elementos propios del castillo, como vidrieros y elementos estructurales y decorativos.

En más de acoger las exposiciones de arte contemporáneo, que el alcalde explicó que estarían en rotación continua, a razón probablemente de dos anuales y con carácter gratuito, el nuevo equipamiento acogerá también un espacio de interpretación donde se mostrará la historia del castillo. También se prevé darle usos administrativos.

El Castillo de Vila-seca fue construido durante la repoblación del Campo de Tarragona, en el siglo XII, para Ramon de Olzina. Posteriormente pasó en manos del Arzobispado de Tarragona, que en 1680 lo vendió a Joan Kies Helmont, cónsul de Holanda a Barcelona, y en 1899 lo adquirió Isidre Sicart. La familia Sicart lo vendió al Ayuntamiento en el 2005.

El Castillo se podrá visitar hasta el 4 de marzo.