Movilidad
El camino histórico entre la Canonja y Vila-seca dejará de estar cortado
Desde hace doce años, una media de hormigón en la avenida de Bellissens, la T-315, impide continuar el trazado del GR-92
El trazado del Gran Recorrido 92 (GR-92), que va de Portbou (Alt Empordà) a Águilas (Murcia) por la costa, hacía doce años que estaba cortado a medio camino entre la Canonja y Vila-seca, pero dejará de estarlo en breve. Infraestructuras de la Generalitat publicó un anuncio de licitación del contrato de servicios para la asistencia técnica para la redacción del proyecto constructivo Pasarela para peatones y ciclistas por encima de la T-315 en el punto kilométrico 5+654, en el término municipal de Reus. El contrato, por valor de 58.500 euros, es tan sólo el primer paso para que se haga realidad una reivindicación iniciada para|por la entidad ecologista La Canonja 3 y que recientemente había reimpulsado también el Casal Popular El Rebotim de Vila-seca. A causa de esta colaboración y la presión ejercida, los ayuntamientos de los dos municipios se pusieron a trabajar hasta que recientemente se ha conocido que la Generalitat restablecerá este camino histórico que sirve para unir a pie o en bicicleta estos dos núcleos del Tarragonès.
La duración de este primer contrato de licitación es de seis meses y se prevé adjudicar a principios de abril. Según indica Mario Téllez, concejal de Vila-seca en común y miembro de El Rebotim, la pasarela podría ser una realidad «en un año y medio o dos, en el mejor de los casos». La noticia la recibieron «de casualidad»: «Tenemos la costumbre de mirar las licitaciones que se hacen en la zona», señala Téllez, que se enteró porque se lo dijo un concejal de la CUP en La Canonja, Joan Pons. Con respecto a la entidad La Canonja 3, Iris Corbacho, su presidenta, dice que tuvieron noticias ahora hace una semana a través de la entidad vila-secana.
«Nos hacían cruzar la carretera»
Ahora hace justo dos años las dos asociaciones, junto con el Ateneu Popular la Mina –también de la Canonja– se juntaron para organizar una caminata reivindicativa que cortó la carretera T-315. Participaron un centenar de personas de los dos pueblos para reclamar una solución. En aquel momento daban tres opciones: «Un semáforo y un paso de cebra, un paso elevado o un arcén adaptado para peatones y ciclistas».
La situación actual es que una media de hormigón corta el acceso. «Hace ocho o diez años que lo reclamamos y al principio la Generalitat nos respondía que se podía ir pasando por el arcén|ribera de la autovía hasta la rotonda que hay más arriba y atravesar una carretera de doble sentido», asegura a Corbacho. «Eso es ilegal, incumple la normativa de tráfico», añade. Otras propuestas por parte del gobierno autonómico eran pasar por otros caminos y hacer un vuelco que no convencía a las entidades, a diferencia de lo que marca el GR-92, de que permite cambiar de municipio en tan sólo 25 minutos.
Un camino de campesinos y ganaderos
El camino que une la Canonja y Vila-seca durante décadas era de utilidad para campesinos y ganaderos. Hace más de 25 años que se encuentra cortado|corte por esta carretera, pero son 12 los años que hace que instalaron la media de hormigón que impide el paso. Con los cambios de la actividad económica y el crecimiento de Vila-seca y del polígono químico de Tarragona, se consideró prioritario el tráfico de vehículos por encima del GR-92, que se llama así porque el tramo catalán tenía que estar terminado el año 1992 en motivo de los Juegos Olímpicos. Este tramo conecta con el sendero europeo y mediterráneo.
Una lucha larga
Aunque la reivindicación se inició el año 2008, con quejas enviadas a los tres ayuntamientos –incluyendo el de Reus, municipio donde se encuentra la carretera–, no fue hasta poco más tarde que el Ayuntamiento de la Canonja encargó un informe al ingeniero técnico de obras públicas y el arquitecto municipal.
Precisamente la tarea de los dos arquitectos municipales, según relata Mario Téllez, ha sido clave para hacer posible la conexión de nuevo. El año 2010 el Ayuntamiento de la Canonja pedía a la Dirección General de Carreteras a fin de que se construyera una pasarela como la que ahora nueve años después, se licita. La petición llegó en más de una ocasión al Síndic de Greujes y, con el consecutivo cambio de cargos en los organismos de la Generalitat la entidad ecologista seguía intentándolo durante los años posteriores.
Fue el año 2017, hace dos años, cuando los grupos municipales de Vila-seca en común por un lado y todos los grupos del Ayuntamiento de la Canonja por otro reclamaron mediante una moción que los dos consistorios insistieran en esta necesidad. Los dos plenarios aprobaron el texto por unanimidad. El año siguiente, el Ayuntamiento de Vila-seca se reunió con el Director de Carreteras para intentar poner solución al problema.
La vía del Puerto
Antes de conocerse la noticia, el Casal Popular El Rebotim preguntó recientemente sobre si había novedades en el consistorio villa-secano. Según aseguran, estaban trabajando en unas alegaciones de las obras relativas a la futura Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Tarragona –un proyecto que hace más de veinte años que se habla–, con el fin de aprovecharlas para recuperar el camino durante años reivindicado. Esta vía, finalmente, no fue necesaria al conocerse el anuncio de licitación por parte de la Generalitat.