Los peatones recuperan el primer tramo reformado de la antigua N-340 en Miami Platja

La antigua N-340 a su paso para|por Miami Platja (Mont-roig del Camp), renombrada como avenida de Barcelona, ya es de los peatones. La nueva reforma, de la cual los vecinos ya han podido disfrutar desde este fin de semana, cuenta con un carril bici y un espacio amplio para poder correr y pasear. Las obras afectaron a la actividad de los comercios durante el año pasado y también los vecinos se mostraban descontentos con la duración de la reforma. Las obras consistieron en soterrar las líneas eléctrica y la telefónica, cambiar la red de agua, instalar una red de pluviales, y asfaltar y habilitar las aceras, así como plantar árboles.

El Ayuntamiento de Mont-roig empezó las obras de renovación de la avenida Barcelona el verano pasado con el fin de poder alcanzar el plazo de tiempo fijado para disfrutar del 50% de financiación por parte de la Generalitat a través del Plan de Barrios. Aunque el gobierno catalán concedió una prórroga en el mes de agosto, lo que permitiría demorar los trabajos, el equipo de gobierno de Mont-roig no contemplaba esta opción.

El alcalde del municipio, Fran Morancho, aseguraba a través de las redes sociales que «todavía quedarán algunos repasos de obra en este tramo y acabar los trabajos hasta la avenida de Cádiz». Sin embargo, añadía que «pero poder pisar ya un trozo de este paseo tan deseado es muy emocionante. Lo necesitábamos para dignificar Miami».

El tramo de la antigua N-340 suponía hasta ahora una barrera dentro de Miami. La entrada en funcionamiento de la autovía A-7 permitió al Ayuntamiento de Mont-roig plantear reformas e integrar las dos partes de la zona, tanto la de interior como la que es más próxima a la costa.

De las cuatro empresas que se presentaron al concurso, Sorigué resultó ser la ganadora por contar con la empresa más ventajosa económicamente y para disponer de una puntuación más alta en base al pliego de cláusulas administrativas. El tramo afectado por la reforma es de cerca de un kilómetro, entre la plaza de Tarragona y la avenida de Cádiz. La voluntad del Ayuntamiento es convertir este espacio en el nuevo centro urbano de Miami Playa, una zona que ya tenía protagonismo con la antigua N-340 dado que era un espacio propicio para los establecimientos comerciales y el tráfico de vehículos. Ahora, sin embargo, el papel central lo jugarán los vecinos y no los coches que, de viaje, se detenían al municipio en medio del camino.