El Consell de la Conca de Barberà duplicará espacio al hacerse con una finca adyacente de la judería

El Consell Comarcal de la Conca de Barberà podrá duplicar el actual espacio de la sede, ubicada en el Palau Alenyà, gracias a la reciente adquisición de una finca anexa. Se trata de Cal Masip, un inmueble en venta durante años y abandonado desde el 2003, que ocupa gran parte de una isla en plena judería. El Ayuntamiento de Montblanc compró la finca y la cedió al Consell para que pudiera ampliar sus dependencias y resolver la actual falta de espacio. Es el primer paso de un proyecto ambicioso que se eleva a los 2,3 millones de euros, y que está sujeto a los Fondos Feder de la Unión Europea, pendientes de resolverse próximamente. Si se recibe la ayuda -hasta el 50% del valor de la obra- saldrá adelante. En caso contrario, se aparcará a la espera de garantizar viabilidad económica. El objetivo del Consell es arreglarlo en la próxima legislatura.

El Consell Comarcal de la Conca de Barberà ha quedado pequeño. Después de años de intentos y negociaciones, el proyecto de ampliación de las instalaciones del ente podrá ejecutarse gracias a la intervención del gobierno de Montblanc, del cual forma parte el actual presidente del Consell, Francesc Benet. La compra se cerró por valor de 300.000 euros. Y el espacio ahora ya es propiedad del organismo comarcal.

Un inmueble con historia

Cal Masip, en el número 16 de la calle de Sant Josep, se le reconoce por un portalón verde con una persiana bajada desde los años setenta. Era la entrada de una tienda de comestibles -conocida como Cal Saboner, ya que la familia se había dedicado a fabricar jabón-, con una casa anexa y patio interior, de dimensiones considerables. Abarca prácticamente toda una isla, donde también hay un restaurante y el Consell.

De hecho, en los noventa el ente comarcal adquirió parte de la propiedad para ubicar la actual sede. Ahora la idea es hacerse con el resto de la finca que había sido tienda y vivienda de la estirpe Masip durante un siglo y medio. Técnicos municipales que han entrado al interior quedaron sorprendidos de la conservación de la tienda, prácticamente con el mismo aspecto que el día en que los propietarios bajaron la persiana.

A pesar del estado de abandono, todavía preserva la caja registradora, básculas, botellas de vino y productos de limpieza e higiene de la época, de unas marcas que hoy en día que ya no existen. Es por eso que el Ayuntamiento quiere organizar unas jornadas de puertas abiertas para dar la oportunidad a los montblanquins de ver la tienda por dentro. Previamente, se asegurará el edificio y se sanearán los accesos.

De tienda a centro de interpretación

Con un área de unos 400 metros cuadrados, el objetivo es rehabilitar el espacio y destinarlo a zonas museísticas -se plantea un centro de interpretación de la comarca-, así como ganar espacio para los departamentos administrativos más saturados del ente. «Somos optimistas que nos den la ayuda Feder, en unas semanas ya lo sabremos, y después tendremos que seguir buscando más financiación; 2,3 millones no es una cuestión menor para el Consell y tendremos que trabajar mucho para que sea una realidad», concluye Benet.