CCOO denuncia que la precariedad laboral de las camareras de piso afecta a su salud

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) denuncia que la precariedad laboral que sufren las camareras de piso del sector turístico está teniendo un impacto negativo en su salud. Un estudio que han elaborado concluye que el número de trabajadoras del colectivo que consume medicamentos sedantes que generan adicción se ha disparado en los últimos años y lo atribuyen a un empeoramiento de su situación profesional, causada en parte por la última reforma laboral aprobada por el gobierno español. También han lamentado, en una rueda de prensa en Tarragona, que el sector turístico no haga más esfuerzos por cuidar la salud de las profesionales de la limpieza.

Desde la organización indican que desde hace unos 30 años que regularmente analizan el consumo de drogas, tanto legales como ilegales, entre trabajadores. José Rodríguez, responsable de salud laboral de la confederación sindical de CCOO, ha asegurado que «el consumo excesivo de alcohol y tabaco ha caído de manera determinante» pero que en cambio el de «medicamentos que generan dependencia crece cada año». En detalle, entre el 2008 y 2014 han detectado que el incremento de trabajadores que consumen estos fármacos, entre los cuales hay ansiolíticos, pastillas para dormir y antidepresivos, ha pasado del 5 al 7%. «Por sexos, los hombres no llegan al 4% pero entre las mujeres ya es del 10%», ha alertado Rodríguez. En el sector de la hostelería, los datos todavía son más elevadas, de hasta el 12% respecto al colectivo de trabajadoras, hecho que afecta especialmente las camareras de piso, puesto que «es donde hay más mujeres en el sector». En concreto, desde CCOO han apuntado que en la demarcación de Tarragona hay 7.000 personas que trabajan en hoteles, de las cuales un 35% realizan esta tarea.

Este consumo, muchas veces sin prescripción médica según han afirmado, se dispara hasta el 70% del colectivo cuando se trata de fármacos que luchan contra los síntomas del dolor, como por ejemplo analgésicos, antiinflamatorios o también complejos vitamínicos. Rodríguez ha señalado que estos productos «tienen efectos secundarios, cosa que hace que todavía se consuman más medicamentos para paliarlos». Además son remedios para los síntomas pero no para las patologías, hecho que genera frustraciones, depresiones y afectaciones en la vida familiar y de pareja, han expuesto desde CCOO.

La cifra del 70% coincide con el porcentaje de camareras de piso que afirman tener dolores en un mínimo de cuatro partes del cuerpo a causa de su trabajo. Las principales zonas afectadas son las manos, muñecas, codos, hombros, cervicales, caderas y rodillas. Todo ello desemboca en un envejecimiento precoz: «Es inhabitual ver camareras de piso que se jubilen, porque desaparecen antes del mercado laboral», ha razonado Rodríguez.

Estas lesiones, por los representantes sindicales, se producen por la precariedad laboral –tienen que trabajar muchas horas seguidas sin descanso- pero también por una carencia de inversiones de los empresarios del sector hotelero en aperos de trabajo, como por ejemplo en carros que aseguran que han quedado antiguos, y por un aumento del confort de las habitaciones que dificulta la limpieza: «Las camas y los colchones son más grandes y pesan más, y los lavabos tienen unos materiales más difíciles de limpiar», ha asegurado Gonzalo Fuentes, responsable deHosteleriay Turismo de CCOO.Fuentesha expresado que «no puede ser que en el siglo XXI la gente enferme por trabajar y menos en un sector donde los empresarios ganan mucho dinero, como es lo del turismo».

Respecto a las condiciones contractuales han denunciado que cada vez más, los hoteles grandes y las cadenas externalizan el servicio de limpieza de habitaciones, situación que perjudica los derechos laborales. «Desde la reforma laboral del 2012 el convenio de empresa predomina sobre el sectorial y esto ha llevado un empeoramiento de los salarios y de los derechos», ha apuntado CarlesCartanyà, secretario general Sindicado Intercomarcal de Servicios CCOO de Tarragona. Con todo, han reclamado la derogación de esta ley pero han descartado paradas sectoriales por el «miedo que tienen los trabajadores de estas empresas subcontratadas de perder el trabajo».