Judicial
Piden 4 años de prisión para un conductor que causó tres muertos en la AP-7 en Cambrils
Según la fiscalía, el hombre no había dormido las horas necesarias y dio positivo en consumo de cannabis; en el accidente murieron un bebé de 18 meses y dos hombres de 27 y 30 años
La fiscalía pide cuatro años de prisión para el conductor de un vehículo todoterreno que se accidentó en la AP-7 en Cambrils y causó la muerte de tres ocupantes del vehículo -un bebé de 18 meses y dos hombres, de 27 y 30 años- y heridas graves a los dos pasajeros restantes. Los hechos pasaron la tarde del 12 de abril del 2015, cuando el conductor se durmió y perdió el control del coche. Según el ministerio público, el procesado no se encontraba en «condiciones óptimas» de conducir y se vio afectado «por una falta continuada de descanso al haber estado la noche anterior en una boda sin haber dormido las horas necesarias». La somnolencia, además, se vio «facilitada» por el consumo de cannabis, tal como confirmó una analítica.
Según relata la fiscalía, el accidente pasó poco después de las cinco y cuarto de la tarde en un tramo de vía recta con dos carriles, buena visibilidad de 200 metros y con la calzada en buenas condiciones, limpia y sin obstáculos. El vehículo provenía de Castellón y se dirigía hacia Barcelona con el conductor y cinco pasajeros a bordo, entre ellos un bebé.
A la altura del kilómetro 260,7, en el término municipal de Cambrils (Baix Camp), el procesado empezó la maniobra de adelantamiento a un turismo y a un vehículo articulado. En el momento que se encontraba en paralelo a los dos vehículos, sin embargo, se desplazó de manera gradual hacia la izquierda, llegando a salir de la vía e invadiendo la zona no asfaltada de la media.
En aquel momento, según relata el escrito de acusación, el acompañante reaccionó haciendo un volantazo a la derecha con el fin de rectificar la trayectoria del vehículo. La maniobra lo hizo retornar a la vía, pero sin control. A partir de aquí, el 4x4 atravesó los dos carriles, patinó hasta salir por el margen derecho, cayó en un desnivel de unos tres metros y medio, y la parte frontal chocó violentamente contra el suelo. Aun así, el todoterreno se siguió desplazando en paralelo a la vía dando vueltas sobre su eje transversal, pasó por encima de la valla de seguridad de la autopista y, finalmente, quedó volcado sobre su techo fuera de la vía.
Como consecuencia de las vueltas, un ocupante de 27 años y un bebé de 18 meses salieron proyectados fuera del vehículo. Los dos, junto con otro ocupante de 30 años, murieron como consecuencia de varios traumatismos y lesiones que sufrieron. Los otros dos pasajeros -el padre y la madre del bebé- quedaron heridos graves, pero se acabaron recuperando de las múltiples lesiones y contusiones sufridas. El conductor quedó herido muy grave y fue evacuado en helicóptero en el hospital de Bellvitge.
Positivo en cannabis
Según la fiscalía, el accidente pasó porque el conductor «desatendió las normas más básicas reguladoras de la circulación y de la seguridad vial», dado que no se encontraba en «condiciones óptimas» para conducir. En este sentido, el ministerio púbico apunta que sufrió somnolencia porque no había dormido lo suficiente la noche anterior, con motivo de una boda. Además, añade que esta situación se vio facilitada por el consumo de cannabis, como corroboró el resultado positivo de la analítica que le hicieron en el área de urgencias del hospital. Según el ministerio fiscal, este consumo «contribuyó a una afectación y disminución de las facultades psicofísicas necesarias para una conducción correcta y segura».
A raíz del accidente, los progenitores de las víctimas fueron indemnizados por la compañía aseguradora, por lo que ninguna de las tres familias ha querido ejercer acciones civiles. Además, sólo una quiere que el caso salga adelante por la vía penal.
La fiscalía acusa al hombre de un delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo en motor bajo la influencia de drogas, en concurso con tres delitos de homicidio por imprudencia grave y dos delitos de lesiones por imprudencia grave. Por todo ello, solicita cuatro años de prisión, y seis años de privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores, con la pérdida de la vigencia del permiso de conducir, además del pago de las costas procesales.