Atentados de Barcelona y Cambrils
Cèsar Puig dice que la relación con el Ministerio del Interior fue «buena» y fluida» durante el 17-A
El exsecretario general de Interior admite que los Mossos tenían en el 2015 una «absoluta carencia de un equipamiento moderno para hacer frente a una amenaza terrorista»
El exsecretario general de Interior Cèsar Puig ha afirmado este martes que la relación con los responsables del Ministerio del Interior durante los atentados del 17 y 18 de agosto del 2017 fue «buena» y «fluida» teniendo en cuenta las «circunstancias dramáticas que tuvimos». Puig, que ha comparecido en el Parlament en la Comisión de Investigación de los atentados, ha señalado que hacía años que los Mossos d'Esquadra se preparaban ante posibles atentados, pero ha reconocido que en el 2015, cuando la cúpula de Interior de entonces se puso al frente de la conselleria, el cuerpo sufría una «absoluta carencia de un equipamiento moderno para hacer frente a una amenaza terrorista».
Puig ha afirmado que las relaciones con el ministerio durante la gestión de la respuesta a los atentados fueron «buenas», si bien también ha apuntado que consideró un «error» que se decidieran reunir en la delegación del gobierno español y no en el Departament d'Interior aquel 17 de agosto por la noche. En la misma línea se ha expresado en su comparecencia en la comisión el exdirector general de la Policía de aquellos meses, Pere Soler, que también lo consideró un «error» pero de la misma manera ha señalado que las relaciones fueron buenas.
El exsecretario general de Interior ha admitido que los Mossos sufrían en el 2015 un «déficit» de equipamiento para hacer frente a la amenaza terrorista y ha afirmado que lo intentaron solucionar con planes de contingencia, si bien las «circunstancias políticas frenaron» esta respuesta. «Una policía moderna, si no está bien equipada, no es una policía moderna», ha advertido a los diputados. Puig ha atribuido esta carencia en equipamientos a la crisis económica, que se «encabalgó» con el despliegue de los Mossos.
De su banda, Soler ha afirmado que el gran número de viviendas vacías en Cataluña es un «drama» y «uno de los grandes problemas de seguridad del país», sobre todo con referencia a las plantaciones de marihuana o en venta de droga. Los terroristas del 17-A prepararon los explosivos que querían utilizar en en un chalet que estaba vacío en Alcanar (Monstià).
El que era director general de Protección Civil en el 2017, Joan Delort, ha sugerido la creación de un centro de urgencias «supralocal» para grandes emergencias, tipo el CUESB (Centre d'Urgències i Emergències Socials de Barcelona), «o bien por la vía del concierto o con un mínimo de recursos propios de atención social». El objetivo de este centro, ha señalado, sería mejorar la atención a los familiares, porque según ha razonado, si bien la atención médica fue «excelente», el 17-A se encontraron con que los familiares llegaban a muchos hospitales diferentes.