El IPHES reanuda el estudio de restos arqueológicos extraídos de la Cova del Buldó hace 90 años
Los restos, extraídos del yacimiento de Montblanc por el reusense Salvador Vila-seca, se analizan con criterios actuales y se realizan dataciones para poner en valor este patrimonio
El Institut Català de Paleocologia Humana i Evolució Social (IPHES) ha reanudado la investigación sobre el yacimiento de la Cova del Buldó (la Bartra, Montblanc) a través del estudio de restos arqueológicos extraídos de este lugar hace 90 años. En concreto, el IPHES estudia los restos que extrajo el reusense Salvador Vilaseca, quién publicó los resultados de la exploración junto a Josep Iglésies y con la colaboración del también reusense Manel Mata el año 1929 en un artículo en la Revista del Centre de Lectura de Reus. El objetivo del actual estudio es extraer nuevos datos, poner en valor este patrimonio y avanzar en el conocimiento sobre la evolución humana.
El primer paso ha sido reestudiar los materiales, principalmente los restos humanos pertenecientes a un mínimo de nueve individuos: tres infantiles, de edades comprendidas entre los 2 y los 5 años, dos juveniles, de entre 7 y 9 años, y cuatro adultos. Eso se ha hecho con criterios actuales y se han realizado dataciones radiométricas mediante Carbono 14. Estos análisis sitúan el uso sepulcral de la Cova del Buldó ahora hace unos 3.500 años, durante la edad del bronce.
Los estudios, financiados por el Ayuntamiento de Montblanc en el marco del convenio de colaboración existente entre este consistorio y el IPHES, se incluyen en el proyecto cuatrienal de investigación en materia de Arqueología y Paleontología del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya: Evolució paleoambiental i poblament prehistòric a les conques dels rius Francolí, Gaià, Siurana i rieres del Camp de Tarragona (2018-2021), que lleva a cabo este centro de investigación.
El estudio ha contado con la colaboración de los técnicos del Museu d'Arqueologia Salvador Vilaseca, en Reus, donde se encuentran depositados los restos, con que han aportado información sobre las intervenciones de los años veinte del siglo pasado, para identificar y contextualizar los materiales. Estos datos provienen del archivo personal de Vilaseca, que también forma parte del fondo del mismo museo.
El investigador principal del proyecto, Josep Maria Vergès, remarca que «los almacenes de los museos contienen muchos restos procedentes de excavaciones antiguas, a menudo olvidadas, que estudiadas con los criterios, la metodología y la tecnología actuales, pueden aportar datos de primer orden». En este sentido, el arqueólogo afirma que «necesitamos ‘excavar’ los fondos de los museos para extraer los tesoros que hay escondidos».