Varios accidentes complican la operación retorno

Un accidente múltiple en la AP-7 a la altura de Roda de Berà y otro en la A-2 a su paso por Esparreguera causaban retenciones este lunes por la tarde de 20 y de 14 kilómetros, respectivamente, y complicaban la operación retorno de Semana Santa.

El Servei Català de Trànsit informó de que tenían que volver al área metropolitana de Barcelona cerca de 500.000 vehículos. A lo AP-7, había también retenciones en dos tramos a su paso por la provincia de Tarragona, entre l'Ampolla y l'Ametlla de Mar, y entre Castellet i la Gornal y Roda de Berà, donde un accidente entre ocho vehículos llegó en 25 quilómetros de cola.

A los problemas que causaba este accidente, que obligó a cortar el tráfico en uno de los carriles de la autopista, se sumaban los ocasionados por otro vehículo que sufrió una avería en Altafulla. Al A-2, las colas llegaban a los 14 kilómetros, entre Esparreguera y Castellolí, a causa también de un accidente que cortó a la circulación uno de los carriles de la autovía. Otra de las vías que soportaba un gran volumen de vehículos era la C-16, con retenciones entre Guardiola de Berguedà y Berga.

Por su parte, los Bomberos de la Generalitat recibieron el aviso de un motorista que resultó herido en un accidente en la carretera T-203, a la altura del municipio del Catllar. En principio, el motorista se accidentó solo y sus heridas no eran de gravedad.

En otro punto viario, cuatro personas resultaron heridas leves en un accidente que tuvo lugar al AP-7, a la altura de Sant Jaume dels Domenys. El accidente se produjo al kilómetro 208 del AP-7 y trabajaron los Bomberos de la Generalitat.

El 75% de los vehículos que salieron del área metropolitana de Barcelona por las vacaciones de Semana Santa ya había vuelto a las cinco de la tarde, hasta los 418.000, según informó el Servicio Catalán de Tráfico. También se produjeron retenciones de cinco kilómetros a la N-340, a su paso por el Vendrell, y al A-2 en Òdena, con un kilómetro.

El mal tiempo de estos días hizo que los conductores volvieran de forma escalonada a Barcelona y su área metropolitana y que muchos otros este Lunes de Pascua no hubieran hecho un desplazamiento de un día par ir a hacer la mona fuera de la capital catalana, en una jornada de marcado carácter tradicional.