Un informe de calidad del aire dice que los ciudadanos «pueden estar tranquilos»

Los tarraconenses «pueden estar tranquilos» por el aire que respiran, manifestó ayer Lluís Anglada, director del Área de Relaciones, Impulso e Innovación del Territorio del Institut Cerdà, responsable de un estudio sobre la calidad del aire del Camp de Tarragona que ha realizado por encargo de Repsol. Las conclusiones fueron presentadas ayer en un acto público celebrado en la Casa Miret, donde también se informó del Plan de Sostenibilidad 2019 de la citada compañía. Según el informe, las medidas hechas en los municipios de Tarragona, Reus, Constantí, el Morell, Vilallonga del Camp, Puigdelfí y Perafort, y también en Prades y Barcelona, indican que ninguna de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) superó los límites medios establecidos por la legislación o las recomendaciones ambientales internacionales existentes. Anglada incluso aseveró que «en Barcelona la calidad del aire es peor que en el Camp de Tarragona, teniendo en cuenta el conjunto de todos los compuestos».

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, Josep Francesc Font, manifestó que el informe «se ha hecho siguiendo una metodología de código abierto para que la pueda utilizar toda la sociedad». En relación en los picos de emisiones, Font recordó que «las recomendaciones internacionales hacen referencia a medias anuales» y remarcó que «es cierto que si estás dentro de los límites, el impacto sobre la salud es soportable en el territorio». El contenido y el resultado del informe es consecuencia de casi un año midiendo el aire en diferentes puntos del Camp de Tarragona. «En Prades también se han detectado compuestos orgánicos volátiles», dijo, para añadir que «hay otras actividades que también afectan, como el reparto de mercancías o la recogida de basura».

Proyecto innovador

Lluís Anglada comentó en la presentación del informe que se trata de un proyecto «ambicioso e innovador». «La calidad del aire es un tema que demanda el territorio y la empresa da una respuesta», dijo, para recordar que el observatorio «es un instrumento participativo en el que todos los agentes de la zona pueden hacer sus propuestas».

Entrando más en materia, Anglada explicó que «los resultados son buenos en compuestos orgánicos volátiles como el benceno, que están por debajo de los límites, así como en los no regulados, como es el caso del butadieno, donde los límites también se sitúan por debajo de lo que se establece».

El estudio del Institut Cerdà también indica que «en algunas poblaciones se puede apreciar unos valores de concentración ligeramente superiores a los valores que corresponderían para su actividad, indicando un cierto efecto de la actividad industrial próxima». Por otra parte, «no hay datos de la presencia de la mayoría de compuestos orgánicos volátiles en la atmósfera del Camp de la Tarragona, por lo que sería deseable poder seguir haciendo estos estudios de evaluación con el fin de ver cómo evoluciona su presencia con más tiempo».

Según informó ayer Repsol, la compañía «ha realizado un ambicioso plan de mejoras ambientales en el conjunto del complejo industrial». En este sentido, explicó que se ha llevado a cabo «una inversión de 50 millones de euros, 31 de los cuales han sido destinados a la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno y, por lo tanto, vinculados a la mejora directa de la calidad del aire del territorio». Font indicó que, en Tarragona, «aplicamos la tecnología que se utiliza en los Estados Unidos».

Plan de Sostenibilidad 2019

Con referencia al Plan de Sostenibilidad de este año, Repsol informó que afecta a un total de 18 acciones dirigidas a la mejora del medio ambiente. Josep Francesc Font dijo que «adoptamos iniciativas para mejorar las operaciones y las instalaciones para que el impacto de la actividad en el medio ambiente y el cambio climático sea cada vez menor». Entre otras metas a alcanzar, Repsol se ha propuesto «conseguir el objetivo de cumplimiento del plan de gestión de residuos del complejo industrial» y «vigilar el consumo de los recursos hídricos, controlando periódicamente la aportación de agua con respecto a la concesión del Consoci d'Aigües de Tarragona y la disponibilidad de otras fuentes, como el agua procedente del pantano del Gaià».

Por otra parte, con respecto a aspectos sociales, Repsol colabora con un mínimo de siete ayuntamientos del Camp de Tarragona, con una aportación global de más de 170.000 euros, así como con 65 asociaciones culturales, sociales, deportivas y educativas, a las que destina 325.000 euros anuales.

De las 18 propuestas del Plan de Sostenibilidad, Font destacó la inversión para «reducir los gases de efecto invernadero». Rebajar el CO2 «es un gran reto tecnológico y el objetivo es que en los próximos años las emisiones estén muy por debajo de las actuales en todos los sectores», dijo el director del complejo industrial de Repsol de Tarragona.