El gobierno de l'Albiol volverá a intentar desencallar Villa Urrutia

El gobierno de l'Albiol, liderado por la alcaldesa Lidia Guerrero (PDeCAT) convocará mañana, viernes, una comisión informativa previa al pleno con el fin de intentar desencallar la situación para dar el visto bueno a la ordenación urbanística del plan parcial de Villa Urrutia, una actuación prevista que provocó, hace una semana, la expulsión del gobierno de dos concejales: Albert Pujol (PDeCAT) y Mario Cortés (PSC).

Según el ejecutivo local, la comisión informativa pretende hacer un ejercicio de transparencia donde el arquitecto aclarará los detalles de la modificación urbanística «se ratificará el trabajo hecho ante Urbanismo de la Generalitat y se dará fe de los concejales que han estado presentes en los múltiples encuentros con la propiedad, técnicos y el departamento en cuestión», según recogía el comunicado hecho público ayer. A pesar de las buenas intenciones del equipo de gobierno, actualmente en minoría después de la expulsión de los dos ediles, lo cierto es que difícilmente obtendrá el apoyo necesario para hacerlo. El concejal Albert Pujol explicaba ayer a Diari Més que «primero queremos ver el proyecto que se quiere hacer y, después, si ocurre, decidir». El concejal recuerda que los vecinos de las Masies Catalanes tienen mucho a decir sobre el futuro de este espacio.

Sea cuál sea el resultado del plenario de mañana, el gobierno de l'Albiol recordaba ayer que se han reducido los 17.000 metros cuadrados de techo del plan parcial a 6.000 metros cuadrados. «Además, se excluye la construcción de viviendas unifamiliares y se recortan los usos permitidos, sobre todo de restaurante». «Villa Urrutia se podría volver, en un futuro próximo, un centro docente, de investigación, de turismo rural o bien, un centro para las personas mayores, actividad con que la propiedad está fuertemente interesada», recogía el comunicado hecho público ayer por el equipo de gobierno.

Por otra parte, la alcaldesa de l'Albiol atribuye a intereses estrictamente electorales la oposición a dar apoyo al proyecto por parte del portavoz de MES-Moviment d'Esquerres, Andreu Carrasco, y de los concejales destituidos. Guerrero considera impropio que en un municipio de 500 habitantes «se impongan los intereses electoralistas a los intereses de los vecinos y vecinas» y confía en que se entienda que «los tiempos han cambiado y que ya no hay cabida para sucedáneos de extorsiones ni amenazas, ni pactos secretos, ni comisiones o gratificaciones personales, que al final a quien afectan y perjudican es a los mismos vecinos».