Ciutadans prueba una alternativa de gobierno ante el triunfo de Pere Segura
Más de 30 años después de entrar a gobernar, los herederos de la antigua CiU ven peligrar la mayoría
Fue el 1983 cuando Joan Maria Pujals tomó posesión del cargo de alcalde de Vila-seca y en 1995 tomó el relevo Josep Poblet. Anunciada la retirada de Poblet, a beneficio de Pere Segura, Vila-seca afronta su mandato más complejo de los últimos años. Vila-seca Segura (Junts), con 8 concejales, pierde 3 con respecto a los comicios de hace cuatro años a causa de unos 500 votos menos. Pere Segura, cabeza de lista de la formación heredera de la antigua Convergència, se muestra cauto con respecto a futuros pactos que le den estabilidad en el nuevo gobierno. Por su parte, Joan Anton Ramírez (Ciutadans), se ve legitimado para probar construir una alternativa de gobierno.
Segura señalaba al día siguiente de las elecciones que «estamos muy contentos, sobre todo viendo el resultado generalizado, es un hecho insólito haber ganado en todas las mesas de todas las zonas». Según Segura, eso es «reflejo de la confianza» de los vilasecanos con respecto a su gestión. En política local desde hace cuatro años –cuatro meses desde que es candidato–, Segura se muestra determinante a continuar el legado de Josep Poblet, también con respecto al debate soberanista. «Vengo a hacer una ciudad para todo el mundo», decía, «a pesar de presentarnos con Junts tenemos autonomía propia, somos una candidatura diversa y plural». En este sentido, no descartaba ninguno de los grupos del plenario para llegar a sumar. «Soy una persona de diálogo y me gusta escuchar a todo el mundo», concluía.
Por su parte, el cabeza de lista de Ciutadans, Joan Anton Ramírez, se mostraba «contento y satisfecho» por haber sumado 600 votos y 2 concejales más. Con 5 representantes de 21, Ramírez consideran que «es todavía demasiado pronto para hablar de pactos», pero apuntaba que «no descartaremos formar una alternativa de gobierno» después de más de treinta años de gobierno monocolor. En relación a las posibilidades para ponerse de acuerdo con Pere Segura, quien no ponía barreras a los partidos antiindependentistas como Ciutadans, Ramírez valoró que «no compartimos su manera de gestión» y, en este sentido, no veían viable pactar con Vila-seca Segura.
El plenario del nuevo mandato estará formado, aparte de los dos grupos principales, por 3 concejales de Vila-seca En Comú, 3 de Decidim Vila-seca (ERC) –que suma uno más cada uno con respecto al 2015– y 2 del PSC. Quien se quedó fuera fue el Partit Popular, que vio cómo se le marchaban casi 200 votos y 1 concejal. Tampoco pudieron entrar Tots per Vila-seca y Tercera edat en acció. Con esta composición del plenario, ahora tanto Pere Segura (Junts) como Joan Anton Ramírez (Ciutadans) tendrán que ver como conformar el nuevo gobierno municipal.