Junts se muestra decepcionado por el acuerdo de gobierno de L'EINA, Ara y PSC

El sábado 15 de junio, L'EINA tomará posesión de la alcaldía en Altafulla. El partido, atado a Esquerra Republicana, negoció desde la primera semana posterior a las elecciones un gobierno que tenían pensado «a nueve». A pesar de que la alianza de L'EINA (5) y Junts per Altafulla (2) se daba por hecha, el equipo de Jordi Molinera y Alba Muntadas continuó las negociaciones con el resto de formaciones. La primera que dio su visto bueno a entrar en el gobierno fue Ara (1), con Natàlia Sanz. Más tarde, la semana pasada, se hizo público el acuerdo con el PSC (1), con Inma Morales. El partido liderado por Hèctor López Bofill protestó inmediatamente por un pacto que denunciaba que se había hecho «con el PSC del 155». Ayer mismo Junts emitía un comunicado para lamentar «profundamente» que no fuera posible un «acuerdo de progreso y de país para el buen gobierno de Altafulla». Al mismo tiempo, denunciaban que «ha sido decepcionante» el pacto con Ara y el PSC, «que acepta la suspensión de diputados electos». En este comunicado, acusaban a los republicanos de «demorar respuesta», una acusación que también hacía ayer en declaraciones a Diari Més Jordi Molinera, pero en sentido inverso. «Cuando ya habíamos anunciado el acuerdo con Ara, nos dijeron que habían decidido que el gobierno sería sólo de L'EINA y Junts, o nada», aseguraba ayer Molinera. El jueves llevarán a cabo un acto abierto «por transparencia» para explicar cómo han ido las negociaciones con las diferentes formaciones políticas con representación al consistorio altafullenc.

Alternativa no quiere las llaves

En otra de los encuentros con los grupos políticos, la que menos tenía que servir para conformar gobierno fue la de Alternativa Altafulla (4), quién por ahora está ostentando el poder en funciones. La formación ahora liderada por Montserrat Castellarnau emitió otro comunicado asegurando que «ni entra, ni quiere entrar, en las luchas del Juego de Tronos que se está creando para la formación del nuevo gobierno municipal de Altafulla». Convencidos de que trabajarán desde la oposición durante los próximos cuatro años, AA tiene la intención de presentar candidatura en la alcaldía este sábado «para no dejar huérfanos desde la oposición a nuestro modelo de pueblo». Afirman que durante las tres semanas posteriores a los comicios tan sólo se han reunido con L'EINA, una reunión en que los republicanos les ofrecieron un lugar en la Junta de Gobierno –sin entrar a formar parte del pacto– «por transparencia».

Esta propuesta no fue aceptada, como tampoco lo fue la de tener las llaves del Ayuntamiento para poder acceder a su despacho, de la misma manera que pueden hacerlo los grupos municipales de la oposición en otros municipios como Tarragona, cuando el Ayuntamiento no esta abierto al público. «Ni nos toca estar en la junta de gobierno, ni tener las claves, ni otras prerrogativas que son exclusivas de quien tiene la obligación de gobernar», aseguraban.

Otras opciones

Aunque L'EINA ganó las elecciones, los conflictos de estos últimos días con Junts han hecho peligrarle la alcaldía, según aseguraba ayer Jordi Molinera. El hecho que aseguraran la mayoría absoluta con los socialistas cortó de raíz todas las especulaciones. Molinera diferenciaba ayer las conversaciones entre Ara, el PSC y Junts. Con los dos primeros, «se hablaba sólo del pueblo», mientras que con Junts «sólo querían que colgáramos la pancarta de llibertat presos polítics en la fachada del Ayuntamiento, cosa que si L'EINA tiene la alcaldía es evidente que haremos». Con respecto a los socialistas, el portavoz de los republicanos afirmaba que no les han reclamado nada en el ámbito supramunicipal para llegar a un acuerdo. «El PSC acepta que en las elecciones municipales del 26 de mayo hubo una mayoría independentista en el pueblo», concluyó.

Finalmente, Altafulla, sin un gobierno «a nueve», afrontará a partir del sábado una nueva etapa.