Sociedad
Los naturistas harán un «censo» de nudistas en las playas tarraconenses
El 7 de julio, el Club Català de Naturisme tiene previsto un «récord» de participación en siete parajes de la demarcación donde es tradicional esta práctica
Siete de las playas tarraconenses reservadas para la práctica del nudismo en la demarcación de Tarragona vivirán, el próximo 7 de julio, una nueva protesta por parte del Club Català de Naturisme (CCN). Segimon Rovira, presidente de la Federació Naturista-Nudista de Catalunya (FNNC), explica que «cada vez hay más gente vestida» en playas como la cala Waikiki –llamada también playa del Arboçar o Cala Fonda-, en la ciudad de Tarragona. De hecho, esta es una problemática que afrontan todas las playas y, por este motivo, desde el CCN reclaman señalizar todos los parajes donde es tradicional esta práctica. Con el fin de demostrar su fuerza, tienen previsto elaborar un primer «censo» de nudistas en las playas que permita evaluar la importancia.
Una de las playas donde sí que está señalizada la tradición nudista es la playa del Torn, en l'Hospitalet de l'Infant, donde a pesar de eso usuarios habituales protestan porque, especialmente en fin de semana, se llena de bañistas vestidos. Otras playas donde se hará oír la acción será las Madrigueres del Vendrell, Calabecs y Savinosa de Tarragona, Muntanyans de Torredembarra y el Serrallo de Sant Jaume d'Enveja. Su voluntad es hacer un «récord» nudista en cada playa y, al mismo tiempo, hacer un «censo» de los nudistas que haya en todas las playas catalanas que están contempladas como tal. Durante la actividad, repartirán folletines, pulseras y harán una foto conjunta de las cadenas humanas que se prevé organizar.
Desde la asociación buscan colaboradores para asegurar su presencia en todos los lugares y, de hecho, una vez allí, también intentarán «hacer más piña» con los usuarios habituales para no sólo explicar sus reivindicaciones como nudistas sino también para proteger el entorno natural. «No estamos en igualdad de condiciones», afirma Rovira, «sí que podemos ir al resto de las playas, pero los nudistas no estamos tranquilos». «No nos gusta estar apartados, pero, de momento, optamos por esta solución de convivencia», añade, a la vez que pide que «se nos respete más».
Discriminación positiva
El Síndic de Greuges emitió en noviembre del año pasado una resolución –a instancias de una queja del CCN- en que recomendaba a todos los ayuntamientos a revisar la regulación del nudismo en las ordenanzas municipales respectivas, así como «una rotulación uniforme que delimite zonas preferentes para el nudismo y que velen para que en estas zonas se respete en todo momento el derecho de las personas a practicarlo». También, una «discriminación positiva» hacia este colectivo, estableciendo «zonas de uso preferente para el nudismo». Las recomendaciones del Síndic incluyen que «hace falta establecer medidas para garantizar que las mujeres que van solas a las playas de tradición nudista disfruten de tranquilidad y evitar la presencia de mirones en estas zonas». Al mismo tiempo, que «se opte por adoptar medidas informativas para promover el uso de las playas nudistas preferentemente por parte de este colectivo, en lugar de aplicar sanciones a las personas que practican nudismo en las playas no nudistas». Aunque desde las entidades naturistas defienden que es legal desnudarse en todas las playas, muchas normativas municipales lo sancionan con multas atribuidas al exhibicionismo.