Director de comunicación del Observatorio Contra la Homofobia y autor del libro 'Menos drama y más banana'
LGBTIQ
«Pienso que el sentido del humor salvará el mundo»
El salouense publica su primera novela y empieza el proyecto ‘Plumómetro’, en el marco de su lucha contra la plumofobia
Jose Cuadrado, natural de Salou, es director de comunicación del Observatorio Contra la Homofobia (OCH) y recientemente ha publicado el libro Menos drama y más banana, una novela interactiva que se invita a afrontar los imprevistos con humor. Cuadrado está presentando su libro en diferentes actos en motivo del día del Orgullo LGBTIQ+, que se conmemora hoy por todo el mundo.
— Hace 50 años de la revuelta de Stonewall en Nueva York.
— Me siento identificado porque aquí mismo pasó, tenemos nuestro propio episodio de la historia LGBTI, yo siempre digo que no tenemos historia LGBTI, se está escribiendo. En 1971 en Málaga fueron los disturbios del pasaje Begoña, y pasó que de la noche a la mañana la policía llegó a Torremolinos y se detuvieron unas 200 personas y les cerraron todos los bares. La diferencia de aquí con Stonewall es que aquí la gente no se revolucionó y la encerraron en dos prisiones, parece que una estaba en Málaga y la otra en Huelva, la de activos y la de pasivos. Este episodio existe y me siento muy identificado.
— Hay gente que considera que se ha desvirtuado el movimiento LGBTIQ+. Que ahora todo es pluma y carrozas.
— Hasta ahora la homofobia era de fuera hacia dentro. Llega un punto en que se conquistan derechos. Dejamos de ser delincuentes con la derogación de la Ley de Vagos y maleantes y de peligrosidad y rehabilitación social, dejamos de estar enfermos cuando la OMS saca la homosexualidad de la lista de enfermedades, nos podemos casar, en 2005, y tenemos leyes autonómicas que protegen los derechos del colectivo. Y aparecen problemáticas como la violencia intracolectivo, el acoso sexual dentro del colectivo, especialmente en la letra ‘G’, la discriminación por expresión de género, la plumofobia, que ya existía pero no se le había dado la importancia que se le está dando ahora porque antes había otros problemas más inminentes, para entendernos.
— Precisamente ahora sale el libro Menos drama y más banana.
— Desde que era pequeño pensaba que algún día escribiría una novela. Me veía haciendo una cuestión un poco más seria, pero se dio un contexto de mi vida en que me habían roto el corazón y coincidió en que estuve encerrado en casa un mes por una operación y pensé que tenía que hacer alguna cosa con mi vida. Por eso el título del libro: Menos drama y más banana. Yo pienso que el sentido del humor salvará el mundo. Porque hay gente que para ellos será un drama quedarse sin datos en el teléfono, para otro será una ruptura sentimental, o la LGBTIfobia es un drama. Cogí todos los conocimientos que tenía como activista, me inventé una historia y fue absolutamente terapéutico.
— ¿Cuál ha sido la recepción?
— La editorial está flipando porque vamos por la tercera edición, viene por el trabajo que he hecho en las redes sociales. Como director de comunicación del Observatorio Contra la Homofobia me di cuenta de que de los casos que registramos muchísimas de las víctimas eran jóvenes de 18, 19 o 20 años. Y estas personas desconocían las herramientas que tenían para protegerse de la LGTBIfòbia, los comunicados de prensa les son igual, se tiene que buscar otro camino para comunicarlos. Y, en una ida de olla, cogí el Instagram, creé miálter ego –o potenciar aquella parte de mí que está descerebrada– y así surge Josemola, una mamarracha contra la plumofobia. He recibido mensajes sobre el libro de gente que dice que se ha reído mucho, que se lo ha pasado muy bien, que ha sido terapéutico, que me dice que ha aprendido mucho... Tengo todo tipo de lectores, desde un público gay hasta las amigas de mi madre. Y tengo mensajes mucho chulos, recuerdo especialmente de un chico con cáncer de leucemia, haciendo la quimio, que me decía que aplicaba el concepto de ponerle humor a todo en el momento en que se encontraba y me decía que lo había ayudado. No tengo haters, no tengo críticas.
— También ha empezado recientemente el Plumómetro.
— A mí la plumofobia me molesta mucho por la historia del movimiento para la liberación sexual, debemos un respeto a las travestis y transexuales que tiraron la primera piedra en Stonewall. Hablé con los de Togayther, que es el medio LGBTI de Andalucía, y les dije que qué les parecía si hacía entrevistas a la gente por Instagram direct y al final de la entrevista les mido la pluma con método científico... Les hago un test multi-respuesta y mido la pluma del 0 al 100% y después les doy la opción de subir nota con dos preguntas extra. Lo hago para luchar contra estas etiquetas binaristas de hombre masculino y mujer femenina, es todo lo contrario, valorar cuánta masculinidad puede tener una mujer y, cuánta feminidad, un hombre y, eso, premiarlo.
— ¿Por qué es importante positivizar la pluma?
— Existe la LGBTIfòbia y la pluma en muchos lugares es incómoda, es reivindicativa, es punk realmente. Y creo que se tienen que normalizar diferentes identidades y expresiones de género.
— ¿Qué mensaje trasladaríais a vuestro yoadolescente?
— Sé tú mismo, no hay mejor activismo que ser uno mismo. Y si de alguna cosa me arrepiento en esta vida, es de no haber sido antes yo mismo, el Jose Mola. Lo que yo hago en redes es sacarme los prejuicios yo mismo. A mí me costó, parece una tontería, ir por la calle con una maleta rosa, pintarme una uña si me apetece, vestir como yo quiera... Estas pequeñas cosas, cuando tú tienes la homofobia interiorizada, es muy difícil hacerlo, y a mí me costó mucho por mi contexto. Bien, de hecho soy activista por mi experiencia cuando era adolescente. Ser tú mismo tiene premio, al final.