Greenpeace despliega en Vandellòs el mensaje 'Endesa, todo por la pasta' desde su barco insignia

Greenpeace ha desplegado el mensaje Endesa, todo por la pasta entre los palos de su barco insignia, el Rainbow Warrior, delante de la central nuclear de Vandellòs (propiedad de la eléctrica). Con esta protesta, la organización denuncia que «los intereses económicos de Endesa (y de su propietaria, la italiana Enel) por la energía nuclear suponen un riesgo enorme para las personas y el planeta».

«Endesa se obstina al invertir en mantener sus nucleares abiertas, en vez de concentrar sus inversiones en renovables, con la coartada que producen menos CO2 que el carbón, aunque saben bien que sí produce residuos radiactivos que tendremos que custodiar una eternidad (a un altísimo coste para nuestras arcas), y que el riesgo cero respecto de los incidentes y accidentes nucleares no existe», denuncia José Luis García Ortega, responsable del programa de cambio climático de Greenpeace, a qué añade que «Endesa sabe que la seguridad de suministro se puede garantizar sin nucleares, pero prefieren dejar un legado injusto antes que perjudicar su cuenta de resultados, que es su verdadero motivo».

La central nuclear de Vandellòs tiene su licencia de explotación hasta julio de 2020 y hará 33 años de vida operativa, a pesar de todo, Endesa, su principal propietaria junto con Iberdrola, «tiene interés para alargar su licencia de explotación hasta el año 2035, superando en ocho los 40 años de vida de diseño de la central con los problemas derivados del envejecimiento que eso implica,» lamenta Greenpeace en el comunicado emitido a los medios.

En el mismo escrito, la organización ecologista asegura que «ha demostrado que es posible técnicamente sustituir las nucleares y el carbón por el año 2025, incluso considerando el peor caso de sequía extrema y poco viento.»