Atentados Cambrils y Barcelona
Enric Hernández dice que Trapero sabía al día siguiente de los atentados que los EE.UU. lo habían advertido
El exdirector de 'El Periódico de Catalunya' asegura al Parlament que se ha sentido «asediado políticamente»
El exdirector de 'El Periódico de Catalunya', Enric Hernández, ha asegurado este martes al Parlament que el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, sabía, al menos desde el día siguiente de los atentados de Barcelona y Cambrils que los servicios de inteligencia de los Estados Unidos habían advertido a la policía catalana de un posible atropello masivo en la Rambla, aunque Gobierno y Mossos lo negaron posteriormente. Hernández ha aportado un correo electrónico que Trapero recibió la tarde del 18 de agosto del 2017 con la nota informativa norteamericana.
Hernández lo ha explicado en su comparecencia como testigo en la comisión de investigación de los atentados, y ha aportado el correo electrónico que el sargento subjefe de la unidad de coordinación de inteligencia envió al comisario jefe de Información, Manel Castellví, y que este reenvió al cabo del cuerpo. El documento, inédito, forma parte del sumario del caso en la Audiencia Nacional. En el correo se adjuntaba la nota, que advertía que era una «entrega secreta de los Estados Unidos en España» del 25 de mayo anterior. En la comunicación se explicaba que su enlace les había dicho informalmente que la nota ya la tenían los servicios de seguridad españoles.
El exdirector del diario barcelonés ha alegado que no puede revelar sus fuentes, aunque «hubiera sido más cómodo». Así, ha explicado que el 31 de mayo del 2017 un «destacado miembro del Gobierno» les explicó el contenido de la nota de los servicios norteamericanos, contenido que confirmaron con una segunda fuente, pero no quisieron publicar para no generar «alarmismo». Fue una hora después de los atentados cuando lo hicieron público. Cuando el Gobierno negó tener contactos directos con la CIA, el diario quiso contrastar su información y consiguió el texto de la nota, incluido en otra comunicación norteamericana enviada después de los atentados. La fuente les prohibió reproducir directamente la nota, y por eso la transcribieron. Como era tarde, las prisas les hicieron cometer errores de picado, cosa que levantó polémica.
Meses más tarde los documentos con la nota fueron decomisados por la Policía Nacional cuando se iban a incinerar en la planta del Besòs. Un cargo policial confirmó el contenido de la nota al diario en enero siguiente, ha asegurado Hernández.
Para él, aquí se tendría que haber acabado la polémica. Como algunos diputados han puesto en duda la veracidad de la nota, Hernández ha recordado que un ciudadano que pidió información a las autoridades norteamericanas recibió como respuesta que no se había encontrado esta nota. Pero el periodista ha asegurado que esta respuesta es la prevista en los casos de lucha antiterrorista, según la ley americana. Para reafirmar su postura, ha aportado los correos electrónicos internos de los Mossos del 18 de agosto donde se habla de esta comunicación.
Por todo eso, Hernández ha admitido que se sinitó asediado e intimidado por el poder político, después de los desmentidos públicos hechos por el expresidente Carles Puigdemont, eal exconseller Quim Forn y el mayor Trapero. Además, se desató una «brutal campaña de desprestigio» contra él y el diario, y «desde el poder político se estimuló un boicot al diario», y se quiso desacreditar su trabajo, además de una campaña de linchamiento e intimidación contra él, denunciado por organizaciones de periodistas. Eso, según él, es una «batalla menor de una guerra en todo el mundo», entre la verdad y la mentira, la realidad y la opinión. «La libertad de prensa está en peligro, también en Cataluña», ha concluido.