Judicial
Empieza el juicio contra el acusado de matar a un hombre en Riudecanyes el año pasado
Algunos testimonios señalan que el presunto asesino ya había agredido a la víctima en otras ocasiones
El juicio contra el acusado de haber matado a un hombre en Riudecanyes (Baix Camp) en marzo del 2018 ha empezado este lunes en la Audiencia de Tarragona. La fiscalía pide 25 años de prisión para C.B. y una indemnización de 440.000 euros para su familia y pareja sentimental. Está previsto que el acusado, que se encuentra en prisión provisional, declare el jueves en un juicio que se alargará toda la semana. En la primera sesión han participado varios testimonios, como la madre de la víctima, su exmujer y la pareja sentimental en el momento de los hechos. Algunos de ellos han coincidido en apuntar que el acusado ya había agredido a la víctima anteriormente, aunque nunca había puesto ninguna denuncia. Todo habría empezado porque la víctima, de 42 años, mantenía una relación sentimental con la expareja del presunto homicida, situación que según el escrito del fiscal, C.B. no aceptaba.
La primera persona al declarar ha sido la madre de la víctima, que ha asegurado que su hijo le había explicado que al presunto asesino ya lo había amenazado de muerte con anterioridad. También ha comentado que la chica con la cual salía su hijo tenía miedo de que C.B. la matara por el hecho de haber roto la relación que los unía.
La pareja sentimental de la víctima también ha sido testimonio en la primera sesión. Ha revelado que después de haber roto con C.B., este le pegó por la calle y le había robado el teléfono móvil «por celos». Además ha explicado que un día le cortó un trozo de cabello en medio de la calle y que no lo denunció porque la hermana del acusado le «suplicó». Aparte también ha reconocido que víctima y acusado ya se habían peleado anteriormente, un hecho que también ha sido expuesto por la exmujer de la víctima, de la cual todavía no se había divorciado y con quien tenía tres hijos menores de edad.
Cervezas y crimen
El escrito del fiscal en el cual relata los hechos ha coincidido bastante con la versión dada por los principales testimonios de la jornada. La víctima habría ido al bar que hay bajo el domicilio de su pareja y habría coincidido con C.B., que entró al establecimiento con el permiso de la camarera a pesar de tener prohibido el acceso por disturbios previos, con la voluntad de hablar amistosamente con el difunto. Después de haber conversado unas horas y haber tomado unas cuantas cervezas, según ha declarado la camarera del bar, se marcharon juntos en el coche del acusado, a pesar de las advertencias de la trabajadora del establecimiento, que estaba al corriente de la historia.
Según parece habrían acordado que C.B. acompañaría a la víctima a su casa, pero el fiscal asegura que se lo llevó en la granja donde trabajaba, al término de Riudecanyes, para clavarle «una fuerte paliza» con la intención «de causarle la muerte». Después habría puesto el cuerpo en el maletero del coche para abandonarlo en una zona de olivos, pero antes de sacarlo se dio cuenta de que seguía vivo. De nuevo, lo agredió y asfixió hasta acabar definitivamente con su vida.
Al volver, el presunto homicida tuvo un pequeño accidente mientras conducía por un camino de tierra y el coche quedó al límite de caer por un barranco. Viendo que no podía resolver la situación a solas, llamó a su jefe para pedirle ayuda. El hombre lo fue a auxiliar y cuando lo recogió le vio manchas de sangre en los pantalones, tal como ha asegurado en sede judicial. Al preguntarle por el origen, el acusado le respondió que había estado fruto del accidente con el coche, si bien ha reconocido que «no tenía sangre en la cara ni ningún corte», a pesar de que tenía el ojo inflado. Con todo, ha explicado que no se lo acabó de creer y que lo vio «demasiado tranquilo» teniendo en cuenta que supuestamente había sufrido un accidente de coche.
El juicio continuará este martes y miércoles con declaraciones de Mossos D'Esquadra y los investigadores del caso. El jueves está previsto que declare el acusado.
La fiscalía pide 25 años por el acusado del crimen de Riudecanyes que se juzgará el lunes