Crece el número de afectados por enfermedades de transmisión sexual en el Camp de Tarragona

La sífilis, la clamidia y la gonorrea son algunas de las enfermedades más comunes provocadas por las infecciones de transmisión sexual (ITS). Las consultas de médicos de familia, dermatólogos, urólogos y ginecólogos del Campo de Tarragona registran un incremento de estos casos. En la ciudad de Tarragona, una unidad creada en el 2016 ha detectado en el último año un 20% más de casos. Con el objetivo de mejorar la atención y la diagnosis, un grupo multidisciplinar formado por 27 profesionales de todo el Camp coordina y actualiza constantemente los protocolos para aumentar la detección con más eficacia los pacientes.

Un dato refleja con claridad el aumento de las ITS. En los últimos 10 años, las tasas de incidencia de casos confirmados de clamidia gonococia (gonorrea) y sífilis se ha incrementado un 400% en Catalunya, según informaba el Instituto a Català de Salut (ICS) en mayo. «No sabemos por qué está pasando. Quizás detectamos más, las notificamos más o las prácticas sexuales han cambiado. Quizás se ha perdido la percepción de riesgo», explica la médico de familia Irene Pascual, quien subraya que ya no existen campañas de sensibilización sobre las ITS como las que se hacían en el pasado.

El número los casos detectados en Catalunya se dispara a partir de 2013. El ICS detectaba, entonces, 13,98 casos de clamidia por cada 100.000 habitantes, una cifra que en el 2017 era de 69,9 casos, siete veces más en sólo cinco años. Según el ICS, entre los hombres se disparan los casos de gonorrea, sífilis y clamidia. La semana pasada se detectaron dos casos nuevos de sífilis en Tarragona. Entre las mujeres aumentan sobre todo los casos de clamidia, mientras que otras enfermedades como la uretritis y vaginitis crecen pero en una proporción menor. El ICS creó en el 2016 un grupo de trabajo multidisciplinar para desarrollar y coordinar la atención a las ITS desde el servicio de atención primaria.

Enfermeras, comadronas, ginecólogas y médicos de familia se reúnen trimestralmente para agilizar la resolución de los casos. La dermatóloga Laia Pastor, que trabaja en el Hospital Joan XXIII observa la importancia de diagnosticar a tiempo las ITS para que el tratamiento sea eficaz. «El ideal es hacer una diagnosis precoz. Si una mujer tiene antecedentes por infecciones, en el futuro puede tener complicaciones», explica. La formación común en ITS entre profesionales de la sanidad de diferentes especialidades resulta clave para agilizar la diagnosis ya que acorta el proceso de detección de la enfermedad porque se eliminan las derivaciones a otros médicos y las posteriores listas de espera. Pastor, dermatóloga especializada en casos de ITS, recibe posibles pacientes una vez al mes. En los últimos meses, las personas que visitan su consulta ha crecido. Actualmente recibe entre 30 y 40 personas. Los homosexuales tienen más riesgo de contraer este tipo de enfermedades. «Tienen muchas parejas y no utilizan el preservativo correctamente. Lo tienen que utilizar desde el principio, también en el sexo oral», avisa a Pastor. Entre los pacientes, sin embargo, hay personas de todas las orientaciones sexuales, tanto hombres como mujeres. Las verrugas anogenitales, producidas por el virus del papiloma humano, puede derivar en cáncer anal en los hombres y en cáncer del cuello de la matriz en el caso de las mujeres.

Aunque en Tarragona no se ha detectado, el fenómeno del Chemsex, la mezcla de sexo y drogas, principalmente entre homosexuales, incide en el aumento de las ITS.

La Generalitat creó en el 2016 en Tarragona la figura del UEEC (Unidad de Pericia de Estudio de Contactos), que detecta casos de infecciones a partir de los contactos sexuales de una persona infectada. En el último año, la UEEC de Tarragona -tambe hay una en Valls y otra en Reus- ha registrado un 20% más de casos y las visitas a la consulta se han triplicado.

Las relaciones sexuales entre los jóvenes se producen cada vez más. Como consecuencia, se detectan infecciones de transmisión sexual entre menores de edad en chicos y chicas de hasta 14 años. El médico de cabecera atiende a los pacientes a partir de los 15 años. Para poder gestionar casos de adolescentes todavía más jóvenes, el grupo multidisciplinar incluye un pediatra.

En la lucha contra las ITS se persigue interrumpir la cadena de transmisión. El cribado en población sin infección, pero con relaciones sexuales de riesgo, juega un papel importante que, recientemente, se ha demostrado vital para detectar nuevos casos de enfermedades.

33% de las visitas

La UEEC hace un trabajo de prevención para modificar los hábitos sexuales adquiridos. En los casos de infección ofrece el apoyo médico necesario para tratarla. Estas unidades hacen un cribado con la red de personas con las cuales un paciente ha tenido relaciones sexuales en los últimos dos meses. En la capital de la provincia, el 33% de los casos de ITS detectados pertenecen a este grupo de personas. El 55% de las visitas son hombres y el 45% restante mujeres.

La comadrona Judit Bertran, destaca el trabajo de estos centros de atención que ofrecen una atención inmediata y especializada. «Hacemos toda la analítica, pruebas de sangre, de orina a todos los puntos de localización sexual de la persona», explica. Un 40% de los infectados que detecta la unidad de Tarragona ciudad lo son por clamidia. «Como comadrona intentamos dar mucha información», explica Bertran, que percibe una falta de conocimiento sobre sexualidad entre los jóvenes. En 3º y 4º de ESO, dice, los talleres se limitan a dos horas por curso.