Multan a más de una veintena de calafellenses por dejar la basura fuera de los contenedores

El Ayuntamiento de Calafell ha impuesto en un año 24 multas de 750 euros a diferentes vecinos que habían tirado la basura fuera de los contenedores. Es el primer balance de una medida que el consistorio puso en marcha el verano pasado con el objetivo «de escarmentar» al vecindario incívico, según destaca el alcalde de Calafell, a Ramon Ferré. En paralelo a la batalla para erradicar las bolsas fuera de los contenedores, el Ayuntamiento se ha visto «desbordado» este verano por|para la cantidad de trastes viejos tirados en la vía pública fuera de los días oficiales de recogida. El gobierno lamenta que los servicios municipales recopilan diariamente una media de dos toneladas de muebles y electrodomésticos, y asegura que ha habido picos de cinco toneladas en una sola jornada.

Hace un año, el Ayuntamiento de Calafell desplegó a una brigada de agentes cívicos destinados a erradicar la presencia de bolsas de basura fuera de los contenedores. Los operarios empezaron a abrir las bolsas y remover la porquería en busca de restos de correspondencia o de cualquier elemento que permitiera identificar de donde provenía aquella basura. Un año después, el consistorio ha identificado a 24 familias, a quien ha abierto un expediente sancionador con multas de 750 euros.

De los 24 expedientes abiertos, el Ayuntamiento ha cobrado la mitad de las sanciones de forma íntegra, ya que no admiten ninguna bonificación en caso de que la persona multada pague a corto plazo –a diferencia, por ejemplo, de las multas de aparcamiento. Con respecto a los otros doce casos, están pendientes de resolución de recurso, si bien el consistorio confía en que acabará cobrándolos todos «porque los recursos no se basan en ningún argumento sólido».

Ramon Ferré admite que los 750 euros de sanción son un importe elevado, pero remarca que «el objetivo es escarmentar a aquel vecino que lo hace mal, y que la multa sea ejemplar para el cual corra la voz». El alcalde lamenta que, en la mayoría de casos, las bolsas recogidas en medio de la calle están a pocos metros de los contenedores, muy cerca de los mismos o dentro de papeleras. «A veces sería tan sencillo como cruzar la calle, pero ellos prefieren dejarlo en la esquina», critica.

Ferré matiza que la actuación de los agentes cívicos se ha hecho en periodos concretos, en los cuales se han desplegado batidas coincidiendo con puntas de crecimiento de población, especialmente en periodos festivos o de vacaciones. Durante las próximas semanas, el consistorio advierte que se podría hacer una nueva actuación «de choque» para mantener la advertencia de control sobre el incivismo.

Renovación de los contenedores con chips de control

A pesar de la identificación y multa impuesta a varios vecinos, el alcalde considera que el sistema de sanciones no ha alcanzado los resultados esperados, ya desearía haber identificado más incívicos y lamenta que se siguen acumulando las bolsas|bolsos fuera de lugar. Por eso, el consistorio está estudiando un nuevo sistema de contenedores con chips de control, el cual desplegaría a partir del 2021.

Batalla contra los trastos

Aparte de la campaña contra los vecinos que tiran la basura en la calle, sin embargo, el Ayuntamiento también batalla para evitar la acumulación de muebles y grandes electrodomésticos al lado de los contenedores de la basura|maleza, los cuales han proliferado los últimos tres años. Ferré recuerda que cada barrio tiene asignado un día semanal de recogida de grandes trastos viejos, pero lamenta que los vecinos hacen caso omiso y tiran los muebles en la vía pública cuando los conviene.