Los antecedentes policiales y judiciales del imán de Ripoll no fueron borrados, según 'La Vanguardia'

Los antecedentes policiales y judiciales del imán de Ripoll Abdelbaki es Satty no desaparecieron ni fueron borrados de las bases de datos de los cuerpos de seguridad, en contra de lo que hasta ahora se había publicado. Así lo ponen de manifiesto varios atestados e informes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil incorporados a la causa judicial que se instruye en la Audiencia Nacional y que ha publicado ahora La Vanguardia. Además, así lo ratificaron los testigos de altos cargos de los Mossos d'Esquadra en sesiones secretas de la comisión de investigación sobre los atentados del Parlament de Catalunya. Tampoco desaparecieron los registros de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, que no sólo conservó los datos e informó a los instructores de la causa judicial, sino que además conservara el registro de las visitas que Es Satty recibió en la prisión. Especialmente, las referidas a los agentes de la Guardia Civil y del CNI. En estas visitas de los agentes tenían el objetivo de convertir al penado en confidente de los servicios secretos.

El mismo día del atentado en la Rambla, un atestado de los Mossos decía sobre el imán: «sin registro de detenciones por ningún cuerpo policial». Dos días después, pero, en un nuevo informe, ya se lee que «en los Sistemas de Información Policial de este cuerpo no constan detenciones». Este mismo día, el 19 de agosto, la dirección general de la Guardia Civil remitió un oficio en la Audiencia Nacional en que se recoge que Es Satty «sufrió en la prisión un profundo proceso de acercamiento a los postulados más rigoristas del islam durante el cumplimiento de una condena por delito relacionado con la salud pública (tráfico de drogas). En el periodo de cumplimiento de condena mantuvo una relación estrecha con presos considerados como extremistas». En un informe de dos meses después, y elaborado precisamente por orden del juez Fernando Andreu a petición de los Mossos d'Esquadra, Instituciones Penitenciarias incluye la documentación en la cual se recogen todos los datos carcelarios de Es Satty.

El error inicial de los Mossos, según el diario, fue causado porque un año y medio antes un policía local de la ciudad flamenca de Vilvoorde preguntó informalmente a un agente de los servicios de información de los Mossos si tenía datos sobre Es Satty, ya que sospechaba de él. El agente de información de los Mossos no abrió ninguna investigación oficial y sólo consultó las bases de datos de la policía catalana, en qué efectivamente no constaba ningún antecedente de Es Satty. Para encontrarlos, tendría que haber entrado en la base de datos de Señalamientos Nacionales (BSDN), un registro de las «personas buscadas por extradición; personas requeridas; extranjeros con entrada y permanencia prohibidas en territorio nacional; personas desaparecidas; sometidos a procedimientos penales; y en general, personas de las que se tengan indicios reales que pueden suponer una amenaza para la seguridad ciudadana o del estado», según la orden por la cual fue creado. La base de datos está disponible para la consulta para la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Servicio de Vigilancia Aduanera, policías autonómicas y policías locales.

En aquellas fechas, para que los Mossos pudieran acceder a las bases de datos de antecedentes policiales de la Policía Nacional y Guardia Civil, tenían que solicitar la información a través del servicio de comunicaciones que hay entre cuerpos. De aquí la explicación que inicialmente los Mossos sólo pudieran tener información de las posibles detenciones previas por parte de su propio cuerpo policial.

No obstante, al no haber iniciado los agentes de información catalanes investigaciones formales, ni tener motivos para abrir un caso por la simple consulta belga, este acceso al BSDN no se realizó cuando se buscaron referencias de Es Satty. Los Mossos contestaron a sus colegas belgas que no tenían antecedentes del futuro imán de Ripoll, y la cosa no tuvo más recorrido hasta los atentados de agosto del año siguiente.

En aquel momento, al elaborar el atestado para informar al juez de la Audiencia Nacional, los Mossos recuperaron la respuesta a la consulta de la policía belga en que constaba que no existían antecedentes. Esta fue la explicación dada tanto por el jefe de los Mossos D'Esquadra en aquel momento, Ferran López, como por el antiguo comisario jefe de Información, Manel Castellví, en sesión secreta de la comisión de investigación de los atentados del Parlament de Catalunya, según el diario.

No obstante, en la base de datos de la Guardia Civil sí que constaba esta información y nunca dejó de estarlo. De hecho, varias fuentes de diferentes cuerpos policiales confirman al diario, por una parte, que los datos de Es Satty nunca han sido borradas y que estas, una vez recogidas e introducidas en el sistema, no pueden ser borradas sin dejar rastro.

Consta en los registros de Instituciones Penitenciarias que durante su estancia en la prisión de Castellón por tráfico de drogas mantuvo cuatro entrevistas policiales entre abril y junio del 2012 y otra visita de dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en marzo del 2014. La intención era intentar captarlo como informador para obtener datos sobre personas religiosamente radicalizadas, pero el CNI no lo habría conseguido.