Quejas de los usuarios por la falta de respuesta del servicio de taxi en Altafulla

La existencia de sólo dos licencias de taxi en Altafulla y el hecho de que los taxistas de Torredembarra no puedan prestar servicio –aunque el empresario local no dé abasto– deja a muchos usuarios en la estacadaen este municipio, sobre todo en temporada alta y en una localidad que alberga dos campings y cinco hoteles y que tiene oferta de ocio, especialmente durante el verano.

Jaume Gabarró, el empresario que dispone de las dos licencias de taxi en Altafulla, reconoce que, en momentos puntuales –sobre todo durante las noches de fin de semana o cuando finaliza algún acontecimiento– los usuarios tienen que esperar y, a menudo, recibe insultos de los clientes que hacen que deje de coger el teléfono. No obstante, asegura que «el servicio se está dando las 24 horas». Cuando no puede cubrir el servicio con su flota afirma que recurre a los taxis de la ciudad de Tarragona y no a los de Torredembarra. En eso, desde la Associació de Taxistes de Tarragona responden que «nosotros no podemos salir de nuestro término municipal».

Taxistas de Torredembarra, por su parte, aseguran que cada día reciben llamadas de personas que, como no obtienen ninguna respuesta por parte de los taxis de Altafulla, les llaman a ellos, pero se tienen que negar a ir a buscarlos, ya que –según dicen– la policía local los multa implacablemente.

Dos jóvenes, Laura S. y Raquel P. han denunciado a Diari Més la situación que vivieron la noche del 3 de agosto cuando, después de llamar insistentemente a los dos teléfonos de Taxis d'Altafulla y no recibir respuesta, decidieron pedir un taxi de Torredembarra.

«Al finalizar la fiesta, hacia las cuatro y cuarto de la madrugada nos disponemos a llamar a un taxi con el fin de volver al hotel, en Torredembarra, llama que llamarás, nadie cogía el teléfono, así que llamamos a los taxis de Torredembarra», explica Laura S. Desde el servicio de taxi de la Torre les respondieron que no podían ir a buscarlas porque, si lo hacían, la policía local de Altafulla los multaría. Después de una hora esperando y desesperadas para encontrar la forma de volver al hotel, las dos jóvenes aseguran que telefonearon a la policía local de Altafulla hasta dos veces y que los agentes las emplazaron a seguir llamando al servicio de taxis de la localidad.

«Finalmente un taxista de la otra localidad se compadeció de nuestra situación y nos vino a buscar con las luces apagadas y, a pesar de hacernos el favor, se negó a cobrarnos el viaje. Mientras íbamos hacia Torredembarra por la emisora del taxi oímos varias llamadas de personas que se encontraban en la misma situación que nosotras», explica la afectada.

«No podemos recoger gente en Altafulla de ninguna manera. El mismo empresario tiene dos licencias en Altafulla y una tercera en Torredembarra y esta sí que puede prestar servicio allí. Te llama mucha gente preocupada, pero si nos ve la policía, nos multa. Más de una vez nos la hemos jugado... Te llama gente con chiquillos desde los campings diciendo que lo tienen que llevar al médico y les hemos tenido que hacer salir hasta el límite de término para poder recogerlos», asegura un taxista con licencia en Torredembarra. «Legalmente no se puede recoger gente fuera de tu término, pero si los taxis locales no dan abasto, lo que es prioritario es dar servicio a la gente, somos un servicio público. Si nos llaman de Altafulla, les decimos que no podemos ir, ya que, si nos ve la policía, se nos pone detrás del coche y nos para con los clientes dentro. Recibimos una decena de llamadas al día», explica un segundo taxista de Torredembarra.

Gabarró, dice que «aquí pasa como cuando llegan los cruceros a Tarragona: la gente tiene que hacer cola, es un hecho puntual. Eso pasa en Altafulla en momentos concretos». «Sin embargo, el servicio se está dando las 24 horas», se defiende el taxista.