Feria
La I Fira de la Tomaca del Priorat expone una cuarentena de variedades de esta hortaliza a Falset
La muestra quiere convertirse en un «punto de encuentro» del sector de la horticultura y ayudar a preservar la agrobiodiversidad
La primera edición de la Fira de la Tomaca del Priorat se ha celebrado este sábado por la tarde en el municipio de Falset. La muestra ha reunido una cuarentena de variedades de tomates, como los de colgar o benach y también hortalizas como ejenciamet de sucre o la safranòria roja. El certamen quiere convertirse en un punto de encuentro entre los horticultores, restauradores, comercios y administraciones para potenciar el sector de la horticultura. El investigador de la Fundació Miquel Agustí, Joan Casals, ha explicado que desde el Parc Natural del Montsant se han recuperado una cuarentena de variedades tradicionales que se estaban perdiendo. La iniciativa se enmarca en el proyecto Biodiversidad Cultivada iniciado el año 2017. «Preservar la agrobiodiversidad es un trabajo que tenemos que hacer entre todos, de manera colectiva. Estas semillas son uno de los legados más importantes que tenemos», ha subrayado a Casals.
Tomates de colgar, de còrsega, de pimiento o de benach. Estas son algunas de las variedades tradicionales que se han recuperado a la zona del Priorat y del Montsant y que se han expuesto en la primera Fira de la Tomaca. La muestra ha llenado la plaza de la Quartera con casi una cuarentena de horticultores profesionales y aficionados, a los cuales se han repartido en una decena de stands, donde se han intercambiado planteles, conocimientos y experiencias. También se han promocionado otras hortalizas, como el haba de la reina mora de la Vilella Baixa, el enciamet de sucre y la calabaza de violín de la Bisbal de Falset, entre otros.
«A pesar de ser secundaria la horticultura en esta comarca, queremos potenciarla porque se merece un trato especial», ha explicado Pere Pallejà, uno de los organizadores de la feria. De hecho, Pallejà ha destacado que el certamen es un punto de encuentro y de unión que quiere generar sinergias entre las empresas del sector -desde las que se encargan de los sistemas de riego, a los fitosanitarios o a aquellos que trabajan para recuperar las variedades tradicionales.
Desde hace dos años, el Parc Natural del Montsant ha trabajado por la identificación y recuperación de variedades hortícolas tradicionales en el marco del proyecto Biodiversidad Cultivada. Según ha detallado el investigador de la fundación Miquel Agustí, hicieron una colecta de «germoplasma» entre los campesinos de mayor edad de la zona. Gracias esta investigación , recuperaron casi una cuarentena de variedades tradicionales de tomates que se estaban perdiendo.
«Desde entonces, se han vuelto a cultivar, caracterizar, fotografiar y, actualmente, estamos diseminándolas en el territorio», ha precisado Casals. «Estas semillas son uno de los legados más importantes que tenemos, no sólo de cultura agraria sino también de cultura gastronómica», ha señalado. Y en este sentido, ha calificado estas de «tesoro» que define su propia identidad y que «traspasa el ámbito agrario y llega al gastronómico y a la cultura». «Eso tiene una relevancia especial», ha cerrado.
Durante la jornada se ha organizado una conferencia y una cata de tomates con un grupo de restauradores. Aparte, también se ha constituido La Safranòria, un grupo de conservación de agrobiodiversidad cultivada.