La nueva comisaría de Valls se quiere próxima al centro histórico y en vías de acceso principal

La nueva comisaría de la Policía Local de Valls se ubicará en una de las entradas en la ciudad, en torno al centro histórico. También se plantea que esté por el sur del término, en el extremo contrario de donde hay la comisaría de los Mossos d'Esquadra -que se encuentra en un barrio de la zona norte- para tener bien cubierta toda la ciudad. Así, el área de la carretera de Tarragona y Portal Nou podría ser una de las opciones más viables, si bien el Ayuntamiento, que estudia varios puntos, no definirá el emplazamiento hasta finales de año, en una decisión consensuada con la propia Policía Local. La plantilla ha ido creciendo -ahora son 31 agentes- y la actual comisaría, que fecha de 1991, ha quedado pequeña y obsoleta. Los calabozos ya no son funcionales. «La comisaría es la prioridad número 1 del equipo de gobierno», asegura el concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Enric Garcia.

La comisaría de la Policía Local de Valls es un proyecto que se encuentra sobre la mesa desde hace años y que se arrastra de mandato a mandato. Enric Garcia se muestra convencido de que el nuevo cuartel se podrá inaugurar antes de que finalice esta legislatura. De momento, la única partida presupuestaria aprobada por el consistorio es para llevar a cabo el proyecto técnico. Posteriormente se comprará el inmueble donde se quiere construir la comisaría y se ejecutará la obra. Otro de los requisitos de la futura ubicación es que el espacio disponga de amplia zona de aparcamiento, una de las grandes carencias del actual comisaria de la policía.

La Policía Local de Valls está ubicada en pleno centro histórico, justo detrás del Ayuntamiento, en una estrecha calle con una fuerte pendiente donde hace falta cierta habilidad para pasar en coche. Ocupa desde hace casi treinta años unos bajos que antiguamente habían servido de garaje para los coches de las autoridades y parque móvil de los Bomberos. Dispone de seis despachos pequeños, un comedor, vestuarios y taquillas. «Es tercermundista», lanza una agente veterana. Los calabozos no se usan, sólo en caso de tráfico de detenidos. Los seis vehículos policiales -cinco oficiales y uno sin logotipar- y la grúa a menudo se aparcan por la calle por falta de espacio.

«Está bien situada, pero es pequeña y anticuada, tiene deficiencias», reconoce Garcia. El concejal insiste en que el proyecto requiere de su tiempo ya que no tiene que ser ningún parche y que se trata de construir «una comisaría de futuro» que pueda funcionar durante muchos años. La idea sería dejar la actual comisaría de punto de atención al ciudadano. Garcia confía en que el año que viene se disponga de la partida para poder comprar el edificio -las negociaciones con la propiedad, sin embargo, todavía están en fase muy preliminar. La concejalía toma de referencia nuevas comisarías de policías locales como las de Torredembarra o Roda de Berà.