Apuntan que el accidente de Carburos Metálicos se produjo porque los afectados trabajaban «en condiciones no seguras»

El Govern apunta que el accidente en la empresa Carburos Metálicos de la Pobla de Mafumet (Tarragonès) se habría producido «por la realización en condiciones no seguras de los trabajos que se estaban llevando a cabo». Es la respuesta que la consellera de Empresa i Coneixement, Maria Àngels Chacón, ha dado a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado a Pol Gibert (PSC). A la compañía química hubo un accidente el pasado 31 de mayo en el cual un trabajador perdió la vida y otro quedó herido muy grave. Los estudios hechos también aseguran que se detectaron partículas de amoníaco en el aire a las proximidades de la planta, pero que estuvieron en una concentración por debajo de los límites establecidos. El Gobierno ha asegurado que no ha tenido constancia de «ninguna afectación personal en el exterior del establecimiento como consecuencia del escape».

En la respuesta, Chacón apunta que las investigaciones que efectúan Inspección de Trabajo y Seguridad Industrial no están acabadas. De todos modos, el análisis de las instalaciones realizado por Seguridad Industrial -que depende del departamento liderado por Chacón- no ha detectado irregularidades.

En otra respuesta parlamentaria de hace aproximadamente un mes, el Govern explicó que la causa del siniestro sería «el incumplimiento de los protocolos de seguridad que la empresa propietaria y la subcontrata tenían la obligación de llevar a cabo». En aquella ocasión, a preguntas de la CUP, el ejecutivo señaló como causantes «las deficiencias en el diseño del procedimiento de trabajo con respecto a los trabajos de mantenimiento, de acuerdo con la información facilitada por el Departament d’Empresa, en tanto que titular de la seguridad industrial».

El siniestro se produjo durante las tareas de preparación para la revisión interior de uno de los dos tanques de amoníaco de Carburos Metálicos. El ejecutivo ha asegurado que las revisiones se tenían que hacer dentro del plazo establecido por la normativa. Además, Chacón explica en su respuesta publicada este viernes al Boletín Oficial del Parlament de Catalunya que técnicos tanto de Inspección de Trabajo como de Seguridad Industrial intentaron visitar el lugar del siniestro el mismo 31 de mayo, pero los Mossos d'Esquadra no se los permitieron por razones de seguridad. La primera revisión no se pudo hacer hasta el 2 de junio.

Escape sí, pero sin afectación para el medio ambiente ni las personas

En la respuesta Chacón certifica que las investigaciones realizadas por el Centre de Coordinació Operativa de Catalunya (Cecat) previstas en el Plaseqcat -que se activó a raíz del accidente- «descartaron la presencia de una nube tóxica en el exterior» de las instalaciones y la posibilidad de afectación grave en la población». Según la consellera, tampoco hubo ninguna llamada al 112 por afectaciones a ciudadanos. «No se tiene constancia de ninguna afectación personal en el exterior del establecimiento como consecuencia del escape», ha señalado.

Con todo, el ejecutivo ha reconocido que se detectaron partículas de amoníaco en zonas próximas a Carburos Metálicos, si bien siempre por debajo de los límites establecidos o peligrosos para la salud. El estudio lo hizo el Grupo de Control Ambiental (GCA) del PLASEQTA, dependiendo del departamento de Territori i Sostenibilitat.

Esta información contrasta con lo que las autoridades sostuvieron el día del accidente, en el cual se negó a que se hubiera detectado esta sustancia. «Generalidad informa de que NO hay riesgo para la población fuera de las instalaciones afectadas en el polígono norte de Tarragona. Las medidas de muestras de aire por el grupo de control ambiental indican que NO hay presencia de amoníaco», decía una publicación hecha desde la cuenta de Twitter de Protección Civil 36 minutos después de la analítica que había dado positivo.

En concreto, el pico más alto fue de 8 partículas por millón de amoníaco (ppm), registrado en una rotonda próxima a la empresa. Se percibió en tres cuartos y cuatro minutos de diez, 34 minutos después del accidente, advertido cinco minutos después de las nueve. La conselleria ha descrito que para medir la concentración de amoníaco en el aire en estos casos utiliza la escala AEGL (las siglas en inglés de Guia de Nivele de Exposición Aguda), que marca en su nivel más bajo (AEGL-1) un mínimo de 30 ppm para que haya una «incomodidad notable». «Concentraciones por debajo del AEGL-1 representan niveles de exposición que producen ligero olor, sabor u otra irritación sensorial leve», se expone. «De los valores límites de exposición para la salud humana, se desprende que el valores mesurados en el exterior de la empresa SE Carburos Metálicos, S. A. son muy inferiores a los umbrales establecidos», ha remarcado el Govern.

Tampoco se percibió ninguna afectación en el medio natural ni a los cauces, si bien se dio el aviso de evitar captaciones de agua en el río Francolí delante la posibilidad de que se hubiera visto afectado. En la respuesta parlamentaria se ha explicado que la Agència Catalana de l’Aigua tomó tres muestras de agua: «una en el punto de salida del canal de aguas pluviales que proviene de la planta, una segunda en poca distancia y agua abajo de este punto, y una tercera agua arriba». Ya el mismo día del accidente se constató que «agua abajo del punto de entrega del canal de pluviales, el agua del río Francolí no presentaba niveles peligrosos de amonio». «Ahora mismo se priva a la espera de los resultados analíticos correspondientes», según ha apuntado la conselleria. Hay también otra inspección que los técnicos del ACA y los Mossos hicieron sobre el terreno y de la cual todavía no hay resultados.