Judicial
Dos años de prisión por el conserje de un centro cívico tarraconense por tocamientos a una menor
La Audiencia de Tarragona también impone al hombre cinco años de libertad vigilada
La Audiencia de Tarragona ha condenado a dos años de prisión y a cinco años más de libertad vigilada al conserje de un centro cívico del Camp de Tarragona por hacer tocamientos a una niña de doce años. Los hechos pasaron a final de noviembre del 2015. Según la sentencia, la menor asistía al equipamiento dos veces por semana y el día de los hechos fue a estudiar porque al día siguiente tenía exámenes al instituto donde cursaba 2º de ESO. En un momento dado, la chica salió del aula porque estaba muy angustiada y el trabajador aprovechó para tocarle un pecho. La Audiencia ha condenado al hombre por un delito de abuso sexual y también le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante cinco años.
Según los hechos probados durante el juicio, la menor estaba muy nerviosa y llorosa por los exámenes, y la responsable de uno de los grupos del centro cívico del cual formaba parte, le dijo que saliera del aula. La niña se lavó la cara y salió al patio a tomar el aire. Cuando se encontraba allí apareció el conserje y le dijo que la responsable del grupo la buscaba, por lo que ella se dirigió nuevamente a la clase.
El condenado caminó detrás suyo hasta que se puso al lado de ella y, encontrándose detrás de una especie de mural, el acusado puso su brazo encima del hombro de la menor y con la mano le tocó un pecho, presionando unos segundos hasta que apareció la responsable y dejó de hacerlo.
La mujer preguntó a la menor qué le había pasado al verla muy afectada y la abrazó. De su banda, el conserje preguntó a la responsable si quería que acompañara a la niña a beber agua y esta le dijo que no hacía falta y que ya se ocuparía ella. Posteriormente la menor le explicó los hechos y lo pusieron en conocimiento de los padres. Como consecuencia de estos hechos la menor sufrió problemas de insomnio y miedos recurrentes vinculados a la situación que vivió.
La Audiencia de Tarragona ha condenado al hombre como autor de un delito de abuso sexual a una pena de dos años de prisión, a la prohibición de acercarse a la menor a menos de 500 metros durante cinco años, libertad vigilada durante cinco años y a la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que comporte contacto regular y directo con menores de edad, durante el mismo periodo.
El tribunal ha aplicado al hombre el atenuante simple de reparación del daño porque el mismo día del juicio ya había consignado los 400 euros que le pedían en concepto de responsabilidad civil por los daños morales, pero ha descartado rebajarle más la pena por dilaciones indebidas -tal como pedía su abogado- porque las atribuye a la acción de la defensa.