La escuela de Rodonyà, más de una década con barracones a la espera de una remodelación integral

La escuela Les Comes, en el municipio de Rodonyà (Alt Camp), ha quedado pequeña y desfasada. Ya hace tiempo que el colegio, con más de cien alumnos de Rodonyà y de algunos pueblos y urbanizaciones vecinas, sufre carencias. Es un edificio antiguo, de planta baja, en funcionamiento desde inicios de los ochenta, situado en el extremo del pueblo. El aumento de alumnado obligó a hacer alguna reforma puntual y añadir un par de módulos prefabricados que permitieron trasladar el jardín de infancia ahora hace un par de años. El Ayuntamiento querría llevar a término otras mejoras de cierta envergadura sin embargo, consciente de que es como poner «parches», no osa mover ficha a la espera de que llegue la reclamada remodelación integral. Ensenyament se ha comprometido, pero no hay calendario.

El Departament, el CEIP Les Comes y el Ayuntamiento han mantenido encuentros para encauzar la reforma. El director territorial, Jean-Marc Segarra, dice que es un proyecto «a medio plazo», que podría ver la luz en tres o cuatro años. «Se contempla, pero sin fecha», afirma Segarra.

Más allá de la falta de presupuesto, hay dos motivos que demoran su ejecución. Por una parte, la nueva escuela de la Juncosa del Montmell, también en módulos, que se licitará a finales de año y se abrirá a principios del 2021. La tendencia esperable es que Rodonyà vacíe parte de alumnado.

«Hace falta ver cómo reaccionará la comunidad educativa», apunte Segarra. Y es que de los cien y pico escolares, cerca de un 30% son del Montmell -otro tercio de alumnado proviene de Montferri y de la urbanización L'Alzineta, y el restante, del pueblo de Rodonyà-. El otro factor decisivo es el padrón.

El Ayuntamiento, sin embargo, insiste en la necesidad de la reforma ante las carencias que acarrea el centro. «Eran 30 alumnos y ahora son más de 100, y hay los mismos lavabos que en los ochenta», dice el alcalde de Rodonyà, Enric Ferré. El estado del colegio obliga a hacer continuas reparaciones.

Pero, ante la incertidumbre, el consistorio, como responsable del mantenimiento del colegio, mantiene frenadas varias actuaciones de mejora, como cambiar los fluorescentes por luces ‘led’ o hacer mejoras en el tejado del viejo edificio. El curso 2006-2007 se construyó un primer módulo y el año siguiente, otro.

El primero acoge los alumnos de ciclo infantil y guardería. Se condicionó, precisamente, para reubicar el jardín de infancia, que antes estaba dentro del pueblo, en el marco del plan piloto de Ensenyament en las escuelas rurales. Dentro del otro módulo hay un par de aulas para primaria, pero sin lavabo.

Los módulos se plantearon como la mejor solución provisional. En Cataluña, en el inicio de este curso escolar, el volumen de barracones en centros educativos superaba el millar, casi los mismos que el año anterior. La mitad de los centros los tienen instalados desde hace más de diez años, como es el caso de Rodonyà.