Cantante, pedagoga y musicoterapeuta
«Quiero que los niños y niñas se den cuenta de que, con la música, es más fácil vivir»
Esta tarde Dàmaris Gelabert impartirá la lección inaugural del curso en la Escuela y Conservatorio Municipal de Música de Vila-seca
—Usted tiene una larga trayectoria en el mundo de la música. ¿Cómo entró, la música, en su vida?
—De muy pequeña, imagino que incluso antes de nacer, porque como vengo de una familia muy cantora, seguramente estando en la barriga de mi madre ya tuve los primeros input musicales. Después siempre he vivido en un entorno muy musical, porque aunque mis padres no eran profesionales, sí que eran grandes amantes de la música.
—¿También cursó estudios musicales, o su formación vino con la práctica de la música?
—Las dos cosas. De pequeña estudié en el conservatorio y después di clases particulares, aunque al final lo fui dejando. Reanudé los estudios musicales de adolescente, y más adelante empecé a cantar con grupos y hacer grabaciones para canciones infantiles. Además, he tenido la suerte de poder estudiar en los Estados Unidos, en Berklee College of Music de Boston, donde hice la carrera de música moderna.
—¿Qué cree que aporta, el estudio musical, a los niños?
—Aporta muchísimo porque la música es uno de los primeros lenguajes que nos conectan con el mundo. Además, es una herramienta que genera conexiones interneuronales, y eso hace que estemos más predispuestos a aprender. La música tiene que ver con muchas áreas diferentes del cerebro, con la matemática, el lenguaje, la imaginación o la creatividad, y por eso es una base indispensable para cualquier niño o niña. Yo pienso que el lenguaje musical tendría que ser un lenguaje más, que formara parte de la vida, igual que la lengua materna. Además, nos ayuda a expresarnos más allá de las palabras.
—¿Qué música considera que tienen que escuchar, los niños?
—Yo siempre digo a los padres que en casa tienen que escuchar la música que a ellos les emociona, porque lo más rico que podemos ofrecer a nuestros hijos es que vean el efecto tan positivo que tiene la música en nosotros. Si ellos lo reciben, se darán cuenta de que ellos también lo pueden sentir. Por eso pienso que siempre es mejor poner una música que nos guste a nosotros que aquella que nos han dicho que el niño tiene que escuchar. Por otra parte, está clarísimo que cuánto más posibilidades tenga esta música a nivel estético, tímbrico o de las formaciones que la interpretan, mayor será la riqueza auditiva. Por eso no tenemos que estar limitados, sino al contrario, bien abiertos.
—Esta noche impartirá la lección inaugural en el Conservatorio de Vila-seca, con una charla titulada ‘Amb la música és més fàcil’. ¿Qué mensaje quiere dirigir, al centenar de niños y niñas que lo estarán escuchando?
—En realidad lo que les pediré es que me acaben la frase: Amb la música és més fàcil… aprender, levantarse por la mañana, estudiar, moverse... Está clarísimo que sí, y la conclusión es clara: quiero que se den cuenta de que, con la música, es más fácil vivir.
—También estarán los profesores y profesoras de música de la Escuela y el Conservatorio. ¿Qué mensaje les querría dirigir, a ellos?
—Básicamente, que con la música tienen una herramienta muy potente para hacer que todos estos niños y niñas crezcan de manera más sana y con muchas habilidades. Lo más bonito que tenemos los que llevamos la música dentro es que disponemos de una herramienta que nos ayuda a entender el mundo y que nos da muchas herramientas, por ejemplo para aprender a escuchar a los otros, porque la música genera cohesión y socialización, nos ayuda a regularnos y a tener más disciplina, nos permite expresar emociones... En definitiva, nuestro trabajo consiste en aprovechar estas posibilidades que nos da la música para hacer crecer niños más sanos y felices.