Cine
Cambrils, el único cine de Cataluña de una sala con programación cada día del año
Cataluña pierde salas de cine pero gana singularidad en la programación
Los últimos cinco años, Cataluña ha perdido una veintena de cines y 80 pantallas. En el 2014, el país tenía 158 cines en todo el territorio y 756 pantallas. Actualmente, según datos del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), las cifras se han reducido: hay 137 cines y 676 salas. La reciente digitalización del sector, sin embargo, está permitiendo a los exhibidores atomizar más la audiencia y ofrecer al público aquello que se adapta a sus gustos. La versión original con subtítulos, los ciclos temáticos o el estreno tardío de filmes para reducir el precio de la entrada son sólo algunas de las propuestas que los exhibidores tienen en sus manos para «personalizar» la oferta, según Camilo Tarrazón, presidente del Gremi d'Empresaris de Cinemes. Casos como los Texas, los Balmes, el Arenas, los Verdi, los Full o los Phenomena en Barcelona u otros de fuera de la capital como el Kursaal de Penelles, el de Caseres o la Rambla de l’Art en Cambrils se han hecho un lugar destacado en el mapa.
El presidente del Gremi de los exhibidores especifica que hay cuatro factores que determinan la asistencia de público a los cines. En primer término, la función de «prescripción» de filmes, que con una apuesta acertada puede llegar a ganarse la confianza de un público y llenar la sala sin el reclamo de un 'blockbuster'. «La programación se tiene que alinear con los espectadores», ha precisado Tarrazón.
Por otra parte, según el mismo presidente del sector, el público asiste a las salas por «la experiencia compartida» y el «punto de encuentro» que se genera en las salas. Finalmente, «la excelencia tecnológica y el confort» de los cines también determina la concurrencia.
Cambrils, el único cine de una sala con programación cada día del año
En Cambrils, el cine Rambla de l'Art se ha reinventado para convertirse en el único cine de una sala de toda Cataluña con programación los 365 días del año. Se trata de una sala que históricamente había sido municipal hasta que fruto de la digitalización del sector y la bajada de espectadores, cerró la Semana Santa del 2013. Una empresa familiar se interesó por las instalaciones y ganaron el concurso para gestionar el espacio, que reabrió en diciembre del mismo año. El gerente del cine Rambla de l'Art, Toni Badimon, explica que hicieron una inversión importante para digitalizar la sala, mejorar el sonido y arreglar el vestíbulo.
Desde entonces programan entre tres y cuatro filmes diariamente. Hace tanto estrenos comerciales, como ciclos de cine clásico, documentales, versiones originales subtituladas o filmes que no se encuentran en los circuitos habituales. Además forman parte de la red Europa Cines de la Unión Europea, que les permite tener una subvención a cambio de programar cine europeo.
La venta de entradas supone aproximadamente el 90% del negocio, que se complementa con una tienda con artículos vinculados al mundo del cine: películas, libros o merchandising relacionado con películas icónicas, entre otros. También disponen de una pequeña sala para hacer exposiciones o acontecimientos, como presentaciones de películas, cine-fórums o incluso alguna cena cinematográfica. Además hacen servicio de videoclub «a la antigua» con filmes menos comerciales. «Una librería o videoclub hoy en día ya no puede subsistir, casi ni siquiera en Barcelona, pero para nosotros es complementario», razona Badimon.
Con todo han conseguido hacerse un lugar y un nombre en el Camp de Tarragona y un 80% del público es de fuera de Cambrils. «Venden turistas pero también tenemos un grueso de gente de la zona que viene a ver unas películas que no se pueden ver en otras salas», comenta Badimon. El gerente relata que tienen un grueso de entre 100 y 150 personas «muy cinéfilas» que van al menos una vez por semana.