Sociedad
La recogida selectiva se estanca en les Terres de l'Ebre y pespuntea un 6% en el Camp de Tarragona
El Priorat y la Terra Alta son las comarcas que más reciclan, y el Baix Ebre y el Baix Penedès las que menos
La recogida selectiva sigue siendo una asignatura pendiente de los municipios de la demarcación de Tarragona, especialmente las grandes ciudades y las zonas turísticas, que se sitúan lejos del objetivo europeo de reciclaje del 50% para el 2020.
Según los datos de la Agencia Catalana de Residuos (ARCO), el año pasado la recogida selectiva pespunteó un 6,3% en el Camp de Tarragona, pero no llegó a la media catalana –del 42%.
En les Terres de l'Ebre, incluso retrocedió un poco, y se quedó por debajo del 46%. El director del ARCO, Josep Maria Tost, ha pedido incidir en la recogida de la fracción orgánica -que representa un 40% del peso de los residuos de un hogar-, en los grandes productores e impulsores locales para mejorar los resultados.
Las comarcas interiores del Camp hacen más recogida selectiva que las de la costa. En el Priorat la cifra es del 59,5%, mientras que en el Baix Penedès no llega al 35%. En las zonas interiores los resultados mejoran año tras año, sobre todo po las iniciativas de recogida puerta a puerta que la Agencia Catalana de Residuos considera que habría que ir extendiendo. En la Conca de Barberà, por ejemplo, los modelos de puerta a puerta de Montblanc y de contenedores cerrados a Rocafort de Queralt se irán exportando a otros municipios de la comarca a partir del próximo año.
Por el contrario, las grandes capitales suspenden. En Reus la recogida selectiva solo llega al 29,86% y en Tarragona es del 32,52%. Los municipios que peor hacen la selectiva son Creixell (9%), la Pobla de Mafumet (12%), la Pobla de Montornès (13%) y Constantí (20%).
Además, la generación de residuos municipales continúa al alza y el año pasado se contabilizaron 372.000 toneladas en el Camp de Tarragona, un 3,1% más que el año anterior. Son 1,65 kilos diarios por habitante. El Baix Penedès es la comarca donde se generan más residuos por cápita -679 kilos anuales- y sólo el Alt Camp, con 513 kilos por cabeza, hizo menos que la media catalana.
Les Terres de l'Ebre, estabilizadas
En les Terres de l'Ebre la situación es mejor que en el Camp de Tarragona, pero el año pasado la recogida selectiva retrocedió, sobre todo con respecto a la orgánica (-6%). Sin embargo, hay tres comarcas que superan la media catalana de recogida selectiva: la Terra Alta (55,14%) -donde los doce municipios hacen recogida puerta a puerta-, el Montsià (51,27%) y la Ribera d'Ebre (49,59%). El Baix Ebre es la comarca que está en la cola con un 39,37% de recogida selectiva, un punto menos que el año anterior.
Los municipios con más margen de mejora son Tortosa (27,02%); Tivissa, en la Ribera d'Ebre (37,38%); Deltebre, en el Baix Ebre (39,14%); Móra d'Ebre, en la Ribera d'Ebre (41,62%), y Horta de Sant Joan, en la Terra Alta (42,06%). En las comarcas ebrenses también crece la generación de residuos, con 90.000 toneladas y 1,39 kilos diarios por habitante el año pasado. Contrastan los 533 kilos anuales que genera, por término medio, un habitante del Baix Ebre, con los 363 de uno que viva en la Terra Alta.
Sanciones a la vista si no se adoptan medidas
El director de la Agencia Catalana de Residuos, Josep Maria Tost, ha recordado que «queda mucho trabajo en hacer» con el fin de cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea. La Comisión ha fijado un objetivo de reciclaje del 50% para el 2020, del 55% para el 2025, del 60% para el 2030 y del 65% para el 2035.
En la práctica, alcanzar un nivel del 50% de reciclaje exige, como mínimo, hacer una recogida selectiva del 60%, por la presencia de impropios en los contenedores. Tost ha alertado que la recogida es una competencia municipal y que, si hubiera sanciones, los gobiernos autonómicos las derivarían en los municipios.
Por este motivo, la Agencia insta a los municipios a elaborar planes locales de análisis de la recogida selectiva para determinar cómo pueden incrementar los resultados.
Una solución, apuntan, puede ser cambiar de modelo de recogida, ya que los modelos individualizados corresponsabilizan en mayor grado a la ciudadanía y permiten aplicar una «tasa justa», y quien hace bien la recogida selectiva paga menos por la gestión de sus residuos y al revés.
Según Tost, la clave está en la fracción orgánica, ya que representa en peso casi el 40% de los residuos de una largo cualquiera y no está creciendo tanto como sí que lo hacen los envases, el vidrio, o el papel y cartón. «No puede haber buenos resultados sin una buena recogida de la orgánica», ha insistido el responsable de la Agencia Catalana de Residuos.
Tost ha alertado que, mientras el Priorat se acerca a los 176 kilos de orgánica por habitante y año, en el Baix Penedès sólo se recogen 41, aunque el potencial de recogida por persona es de unos 200 kilos anuales.
La Generalitat también insta a los entes locales a elaborar planes específicos de recogida selectiva dirigidos a los grandes productores de residuos del municipio como hoteles, restaurantes y campings, entre otras actividades de negocio, que pueden ser grandes generadores. También se pide implementar más contenedores de las diferentes fracciones y fomentar la presencia de educadores ambientales a pie de calle.
Basura cada vez más cara
Al mismo tiempo, el director de la Agencia ha advertido que aplicar tecnología en la gestión de la basura requerirá de una mayor inversión y que no podrá ser más barata. En este sentido, ha adelantado que el canon de residuos por|para cada tonelada que se lleva a los depósitos seguirá subiendo, de los 47 euros a los 72 euros en el 2024. Tost también ha abierto la puerta a limitar el grifo de las subvenciones a los municipios que incumplan los objetivos e, incluso, a doblarles el canon que pagan.