Sociedad
Puigdemont, Torra, urnas y lazos amarillos: los innovadores panellets de una pastelería de l'Espluga de Francolí
El establecimiento de la Conca de Barberà recibe clientes de toda Cataluña para comprar los tradicionales dulces
La tradición de los panellets ha encontrado en la política y, concretamente, en el proceso, otro nuevo motivo para reinventarse y captar la atención de los consumidores más concienciados.
La pastelería Cabal de l'Espluga de Francolí (Conca de Barberà) elabora desde hace cuatro años estos dulces con motivos independentistas y fue el año pasado cuando empezaron a vender con forma de urnas y lazos amarillos.
Este año, el pastelero Josep Maria Cabal ha ido un poco más allá y ha puesto en venta unos nuevos panellets con las caras de los presidentes Quim Torra y Carles Puigdemont.
Aunque el año pasado recibieron algunas amenazas por las redes sociales, clientes de toda Cataluña venden a l'Espluga de Francolí para comprarlos.
«Todo empezó por innovar. Dije: hacemos unos catalanitos, con la barretina y la estelada», recuerda el pastelero desde detrás del mostrador de su establecimiento.
Fue el año pasado, cuando su hija, le sugirió que elaborara panellets en forma de lazos amarillos, con un mazapán especial. A raíz de aquella idea, decidió hacer su propia aportación y elaborar también urnas.
Este año, Caudal ha presentado unos panellets de yema con las caras en chocolate blanco serigrafiado de Torra y Puigdemont.
La difusión a través de las redes sociales ha traído clientes de toda Cataluña, según apunta Encarna Claras, pareja de Caudal y con quien regenta el establecimiento.
«Ha venido gente de Barcelona, Lleida, de les Terres de l'Ebre también. De todo, por toda Cataluña: nos llamaban por teléfono y nos los encargaban. Ha sido un éxito», apunta.
«Incluso de fuera de Cataluña: nos han llamado por si enviábamos», complementa al pastelero. El negocio, reconoce, sin embargo, todavía no está preparado para enviarlos.
La cruz, hasta cierto punto, fue el boicot que algunos sectores españolistas emprendieron desde las redes sociales contra la pastelería, que para evitar estas reacciones retiró las imágenes promocionales de sus perfiles.
Eso, por el contrario, contribuyó también a difundir todavía de forma más amplia la existencia de sus particulares panellets.
A pesar de todo, Caudal reconoce que los panellets que siguen reinando sobre el resto son los de piñones. El establecimiento ha venido elaborando desde que lo abrió su padre el año 1959 y han llegado a producir hasta una veintena de variedades diferentes: tiene, café, fresa, chocolate, pistachos, coco, almendra o, incluso, sin azúcar para las personas que no pueden comer.
También con diferentes formas: figuras, patos o castañas. «Pero si no hay piñones, no vendes ninguno», sentencia.